Y en ese momento, después de mucho tiempo, ambos volvían a encontrarse. En el mismo lugar.
"En un día de otoño cuando el viento sople, tu y yo nos volveremos a encontrar"
El atardecer estaba en su auge, el hermoso y cálido color rojizo del cielo teñía todos los edificios de la ciudad. La copa de los árboles brillaba dando paso a un paisaje otoñero de ensueño.
El viento soplaba lo suficiente como para que aquellas hojas rojas y naranjas cayeran al suelo. El invierno se acercaba.
Y allí estaban ambos chicos, disfrutando de aquel momento.
Como aquella vez, el azabache estaba sentado en el primer banco, aquel que era de una madera más clara, des del que se podía ver perfectamente un pequeño lago con pececitos naranjas y una pareja de pequeños cisnes blancos.
Como siempre con un libro entre sus manos, adentrándose en aquella historia.A su vera, se encontraba el banco de madera más oscura en el que se encontraba el castaño, observando aquella magnífica vista de la ciudad. Veía el pequeño caos que se formaba en aquellas calles ya que la hora de volver a casa se acercaba.
Ambos metidos en su propio mundo sin darse cuenta de la presencia del otro, pero a la vez sintiéndose completos después de mucho tiempo.
Poco a poco se hacía de noche y las farolas y las luces que rodeaban aquel pequeño lago se encendían, dando paso a un ambiente romántico.
"Cuando el viento sople, tu y yo nos veremos y recordaremos"
Era tarde, el día llegaba a su fin.
El azabache finalizó su lectura, cerró su libro y miró hacia delante. Al ver el cielo lleno de estrellas reflejado en aquel hermoso lago de agua cristalina, una sensación de añoranza le invadió el corazón.
El castaño, continuaba mirando la ciudad que había detrás de aquellos bancos. Podía pasarse horas contemplando la agitada actividad de aquella gran ciudad. Había cambiado desde aquella vez, el cielo se podía ver reflejado en los grandes ventanales de aquellos enormes edificios y los diferentes sonidos de la ciudad, de manera involuntaria, componían una hermosa melodía.
En ese instante se volvió a alzar el viento, haciendo caer más hojas entre aquellos bancos, llamando la atención de ambos. De esa manera, giraron su cabeza en dirección a las hojas caídas, encontrándose al instante con los ojos del otro. Aquellos ojos que dejaron de brillar en su momento, aquellos que ahora tenían luz propia, al fin se volvían a encontrar.
En ese momento, recordaron.
Recordaron aquel amor a primera vista, aquel sentimiento tan puro e inocente que nació la primera vez que se vieron.
Estaban recordando todo, aquel corto pero intenso tiempo, que fue suficiente para saber que eran el uno para el otro.
Sin emitir palabra alguna ya que sus miradas lo decían todo.Uno ... dos ... tres pasos fueron suficientes para que ambos estuvieran frente a frente.
Mientras las débiles hojas de los árboles caían, pequeñas lágrimas traicioneras llenas de añoranza, tristeza y temor, caían de aquellos ojos. Dando paso a aquellos sentimientos perdidos y que tanto ansiaban recuperar, el amor y la felicidad de tener a su alma gemela de vuelta.
- Me llamo MoonBin - comienza el castaño.
- Lo sé - responde el azabache con una sonrisa melancólica.- Me llamo Dongmin.
- Lo sé - responde esta vez el castaño mientras sonreía.
Con el corazón a mil por hora, acabaron con la distancia que les separaba para fundirse en un abrazo lleno de cariño, siendo la naturaleza la única testigo de aquel acto lleno de amor. Y como si la mismísima natura estuviera feliz de aquel ansiado encuentro, aparecieron ruiseñores para cantar una hermosa melodía, acompañada del sonido de los árboles y del cri-cri de los grillos, que esa noche daban un concierto especial para los enamorados.
Una armonía perfecta se había creado, los sollozos que se escuchaban ya no eran de tristeza, si no de alegría. Por eso combinaban bien con la banda sonora que les ofrecieron en ese momento.
Pasaron largos minutos entre los brazos del otro, sin moverse del sitio, por miedo a que todo sea un sueño como todas aquellas veces que se despertaban por el molesto sonido de su despertador. Pero no, esta vez el sueño se hizo realidad.
El frío había aumentado, era hora de irse. Pero esta vez acompañados el uno del otro. Fueron alejándose lentamente, cogidos de la mano, aferrándose el uno al otro por el temor de volver a separarse. Dejando a su paso un camino de hojas caídas por el viento.
Mientras tanto aquella promesa que en su día se hicieron aún seguía en el mismo lugar. Aquellos bancos fueron testigo del amor de ambos chicos. Aquellos bancos tenían escrita la mayor promesa de todas, y ahí seguirá para siempre.
" - Sabes qué? Estoy agradecido de que estés aquí."
" - Siempre estaré aquí, incluso si el tiempo pasa y tu cambias"
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Y bien, este es mi primer Oneshot, realmente espero que les haya gustado.
Obviamente tengo que mejorar mucho y me gustaría compartir más historias.
Una vez más espero que haya sido de su agrado.
Por ahora me despido y hasta la próxima.- Gabi🎶
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When The Wind Blows - Binwoo (Oneshot)
Fanfiction"En un día de otoño cuando el viento sople, tu y yo nos volveremos a encontrar" **************************************** Inspirado en los bancos que dos arohas donaron con el nombre de Eunwoo y MoonBin.