POV ALEX
Menudo día de mierda me espera, entre que no veo porque ninguna chica me iba a decir eso, que es mi cumpleaños y lo paso solo y que hoy empiezo en el nuevo colegio...
Me despierto y desayuno como cualquier otro día, lo único distinto es que tengo una carta de mi madre felicitándome, la termino de leer y la vuelvo a dejar donde estaba, cojo mi moto y voy en dirección al colegio. Al llegar todos me miran, los chicos con curiosidad y analizándome con un poco de recelo, y las chicas me come con los ojos. Me dirijo directamente al despacho del director, para que me den mi horario e ir a clase, pero al llegar pasa algo q no me esperaba
Director: hola, supongo que usted es alexander Miller ¿no?
Yo: si... ¿qué pasa?
Director: nada, simplemente pase a mi despacho tenemos que hablar antes de que entre a clase
Entro a su despacho
Director: vera, esta escuela no es como las demás. Aquí somos muy peculiares y me gustaría saber de quién es usted descendiente
Yo: por lo que se dé hada y hechicero
Director: ¡¿de dos?! Eso es muy raro y poco común, aunque en esta escuela ya hay una persona que posee los cuatro símbolos
Yo: ¿símbolos?
Director: si, dependiendo de quien seas descendiente te sale una marca en la piel que la magia de esta escuela revela, al pasar 15 minutos en mi despacho
Yo: ¿entonces en unos minutos sabre él porque del poder que tengo?
Director: efectivamente
Después de unos minutos de espera mientras me explicaba el funcionamiento de la escuela, empezaron a aparecer unos símbolos. Para sorpresa de los dos, tenía los cuatro símbolos. No sé qué significa eso, pero parece asustar al director tanto que me dice que me vaya ya a clase.
En cuanto entro a mi primera clase de la mañana, ciencias, hay una chica que me llama mucho la atención. Es distinta de las chicas en las que me suelo fijar, pero tiene algo. La profesora me saca de mis pensamientos haciendo que me presente
Yo: hola, soy alexander Miller, pero todos me llaman Alex
Tras presentarme me siento en el primer asiento que veo, pero no sin antes girarme para poder ver una vez más a esa chica, cuando lo hago nos quedamos los dos mirándonos el uno al otro durante unos segundos que parecen siglos, son los ojos mas bonitos que he visto en mi vida. Pero ella rompe el contacto visual para supongo prestar algo de atención a la clase, pero yo no puedo. Lo único que tengo en mi cabeza es a ella.
Cuando toca el timbre, paso de ir a la cafetería necesito despejarme, a si q cogí mi moto y me fui a las afueras a correr un poco, no hay nada que me relaje mas que sentir esa adrenalina de ir al máximo con la moto. Después tenia intención de volver al instituto, pero no podía, no quería verla, por lo menos no ahora. Decidí irme a mi casa y terminar de colocar mi habitación.
Cuando termine pensé que lo mejor era irme un rato a entrenar a una pista de patinaje que había visto yendo al colegio. Para mi sorpresa al llegar ahí ya había una chica entrenando también. Paso de ella y me preparo, pero cuando me dispongo a entrar en la pista ella sin darse cuenta viene de espaldas directamente hacia mi
Yo: cuidado niñata
Ella: lo-lo-lo siento
No puedo creerlo esa es mi frase, pero eso no es todo. Es ella, la chica de mi clase. Antes de que pueda reaccionar ella ya se ha ido, y estoy ahí solo. Aprovecho para entrenar un poco mientras pienso en ella y que tengo que hablar con ella mañana en el colegio.
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Nuestro amor, Nuestra profecia
Randomalexander miller, llega nuevo justo el dia de su 16 cumpleaños, con un secreto muy grande. Laila evans, emocionada por su 16 cumpleaños, y lo que pasara ese dia. El destino los va a unir por un secreto en comun. Lo que ninguno de los dos esperaba...