One-shot

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Por Beatriz Ramirez Itza

Candy, Candyyyy, Candyyyyyy

Al escuchar los,gritos de Terry, la rubia se detuvo, incapaz de seguir y dejarlo así.

—Pecas no te vayas —rogó él.

Con lagrimas en los ojos, la rubia sonrió tristemente al escuchar la manera como la llamó.

“Terry no ha cambiado nada” —se decía a si misma.

—No me dejes por favor, quédate conmigo —él suplicaba

Al voltearse, Candy sintió que su corazón se partió en mil pedazos al verlo ahí de pie con los ojos cristalizados.

Cuando sus miradas se encontraron, Terry hacía el mayor esfuerzo por retener las lagrimas que amenazaban en salir.

Comenzó a bajar las escaleras lentamente, pasó a un lado de ella sin dejar de mirarla hasta que bajó al último peldaño.

La joven rubia se giró para quedar frente a él, ella se encontraba de pie en el, último peldaño, en aquella posición ambos quedaban casi a la misma altura.

Terry sin pensarlo dos veces, tomó el rostro de Candy entre sus manos y acercó el suyo y rozó sus labios a los de ella en un beso muy lento y tierno.

Permanecieron así por algunos minutos sin darse cuenta que alguien los observaba desde que comenzó a gritar su nombre.

El guapo Castaño separó sus labios de los de ella sin soltarle el rostro, ambos tenían el corazón agitado.

La rubia lloró con mayor intensidad.

Terry, al verla así no pude evitar repartir besos por todo  su rostro y beberse así el agua salada que brotaba de aquellas verde esmeraldas que tanto amaba.

— no llores pecosa —susurro él a su oído —no soporto verte así. Ven vamos a otra parte y hablemos.

—No Terry, yo me tengo que ir —respondió ella entre sollozos.

Terry palideció al escuchar aquellas palabras. Su Tarzán con Pecas se iba. Sus manos comenzaron a temblar.

Candy elevó sus manos para posarlas sobre las de él que aun mantenía en su rostro negándose a soltarla. Acarició sus manos con ternura y las separó de su rostro muy lentamente sin apartar la mirada de él. Jugó un poco con sus manos y luego las entrelazó con las suyas.

—Terry —comenzó a decir pausadamente —tú sabes que no puedo permanecer aquí.

—Con un demonio Candy.

Terry se soltó de sus manos bruscamente provocando que Candy se sobresaltara ante esta acción. La joven rubia experimentó un dolor profundo pero no dijo nada.

Terry se percató de lo que sus palabras habían provocado y vio temor en aquellas hermosas esmeraldas que eran su perdición.

— ya basta de pensar en los demás Candy o peor aún, deja ya de pensar en cómo solucionar los problemas de los demás.

—Terry ...

—No Candy —la interrumpió él — no voy a permitir que te vayas si es necesario te secuestraré y te encerraré pero no te irás de mi lado me escuchas no te irás —dijo él con convicción en cada palabra de manera suave mientras se acercaba a ella lentamente. Rodeándole la cintura, pegó su cuerpo al de ella.

Candy podia sentir su cálido aliento muy pegado a su sien abrumándola y haciendo que todo a su alrededor dejara de existir.

En un movimiento rápido, Terry la alzó en sus fuertes brazos.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2020 ⏰

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