Capítulo #4

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《VISITA》

Pov YoungJae:

Mis padres y yo arreglamos la casa para recibir a nuestras visitas. Pusimos una mesa extra junto al comedor para que todos pudiéramos cenar juntos.
Yo no estaba nada ansioso pero me ponía contento porque mis papás eran personas muy alegres y positivas que disfrutaban de la vida, las reuniones, a la familia y amistades.
Ojalá hubiera sacado lo bueno de ellos y ser así... Pero yo solo era un Grinch disfrazado de Santa Claus.

Intentaba vestirme bien porque mis primos estaban a la moda y de alguna forma quería verme igual de bien a su lado en la foto familiar.
Tardé todo el día eligiendo mi atuendo navideño; un pantalón negro, suéter blanco con cuello de tortuga y un abrigo color mostaza.

A las 9 de la noche llegaron nuestros invitados. Saludos, preguntas, risas, tanta bulla en la puerta y la foto familiar en la sala les llevó media hora para pasar al comedor.

Hasta las 10 empezamos a cenar.

—Ay, mi sobrino lindo, ya sabemos que no te gustan las chicas pero ni siquiera este año conseguiste un galán —dijo una de mis tías.

—Ve consiguiendo un gato—dijo otra de mis tías.
Siguieron diciendo bromas y reían fuerte, parecían brujas luego de lograr convertir a alguien en ratón.

Solo le di un trago al ponche para no soltar alguna grosería y arruinar mi noche. Por eso mismo mis padres no me defendían y lo entendía, no tenían que hacerlo.

De nuevo estaba siendo el blanco perfecto para ser la burla durante la cena navideña. Mis primos me excluían porque según ellos “No entendía” sus temas de conversación ya que hablaban de sus trabajos bien pagados.
Ya estaba acostumbrado a sentirme ignorado y solo ser visto cuando querían burlarse de alguien.

Sonó el timbre, todos dejaron de hablar al momento pero tampoco se veían muy curiosos por saber quién era, pues a los pocos segundos ya estaban volviendo a hablar.
Mi madre fue a la puerta, abrió:

Casi escupía el ponche luego de verlo.
—Buenas noches —hizo una reverencia a todos los presentes.
Estaba bien vestido; pantalón negro, botines, playera en v, una pashmina en el cuello y encima su chaqueta negra de cuero.
Traía algo dentro de una bolsa.

Me levanté rápido y fui hacía él para evitar que dijera pestes de mí, pero antes de hablar, hizo una caricia en mi mejilla.
—Amor, siento haber tardado pero apenas terminó mi turno.

No sabía qué decir, ni cómo reaccionar ante esa gran mentira con una linda acción.

—Ah, eh, si, pasa.

Mis tías y algunos primos se secretearon, no podían dejar la cara de asombro y por supuesto no dejaban de mirarlo de arriba abajo un tanto incrédulos, según percibí.
Mis papás y el resto de los familiares lo saludaron, le dieron la bienvenida cayendo en su mentira.

—Hijo, ¿Por qué no nos dijiste antes? —cuestionó mi madre.

Porque ese oficial no era mi pareja y más que hacer su trabajo se la pasaba molestando y echándole la culpa a una víctima de su amigo.

—Es que... Quería darles una sorpresa —sonreí con miedo a ser descubierto.

—Te he visto antes —habló mi prima JeonYeon—, ¡Ah! Eres el oficial que está en la estación de tren, sí claro, un rostro tan atractivo es difícil de pasar desapercibido.

—Soy el mismo, de hecho ahí nos conocimos, ¿Verdad?

Afirmé con la cabeza.

—Traje esto —le entregó a mi madre la bolsa, ella sacó el contenido; era una caja de panqués.

Psycho - DaeJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora