I'm the King 《Taehyung y Jungkook》

Capítulo 8 - Calidez bajo la lluvia.

●Yuna●

Mi horas de cuidado de Yeontan habían terminado, y como ya se había echo costumbre desde las últimas semanas, Taehyung me llevó a casa. Me despedí de él y entré cuidadosamente. Eran casi las nueve de la noche y a esta hora mis padres acostumbraban dormir. Con pasos suaves llegué a la sala, pero era demasiado tarde. Mi padre me miraba de una manera preocupante, y yo le devolvía la mirada, sólo que la mía era de miedo.

¿Qué habré echo ahora?.

— ¿Recuerdas que te dije que teníamos un tema de conversación pendiente?. — preguntó seriamente. Asentí temerosa y avancé hacia él. — Vamos a mi despacho. Nadie nos puede oír.

Esas palabras me asustaron mucho más.

Osea que era un tema importante.

Tranquila, Park Yuna. No puedes burlarte ahora; es un tema serio. Después te reirás de esto, ya verás.

Seguía los pasos de mi padre, avanzando por los escalones de la casa. Llegamos a su oficina y la cerró herméticamente. Tomó asiento en su silla de cuero y me ofreció el del frente a mí. Imité su acción dudosamente y lo miré a los ojos asustada.

— ¿Cuándo me pensabas decir que casi fuiste violada hace unas tres semanas aproximadamente?. — pregunta serio, con sus manos apoyadas en el escritorio. Tragué saliva pesadamente y mis manos comenzaron a temblar, no tenía ni puta idea de lo que iba a responder. — ¿Yuna?. Estoy esperando.

— Papá, yo... — las palabras no salían de mi boca y mi padre comenzaba a perder la paciencia. — lo puedo explicar. — bajé la cabeza avergonzada.

— No es necesario, hija. — sus palabras hacen que levante la cabeza y lo mire, tengo el ceño fruncido. — Ya lo sé todo. Sólo quiero que me digas por qué no me lo dijiste.

— Tenía miedo. — confesé derramando algunas lágrimas. — Sólo quería olvidar ese horroroso momento, que nadie me lo volviera recordar nunca.

— Hija, sé que soy muy duro contigo, pero quiero que entiendas que yo soy tu padre, y sólo quiero lo mejor para ti. — aclara serio. — Tuviste que habérmelo dicho.

— Lo siento. — vuelvo a bajar la cabeza.

— Yuna, hay algo que no sabes, y es con respecto a eso. — levanté la cabeza nuevamente y lo miré extrañada. — Yo tuve la culpa de lo que pasó. — abro mis ojos sorprendida y dolida a la vez.

No entiendo nada.

— Hace ya varios meses, un socio de negocios me hizo una propuesta. — comenzó a explicar. — Me propuso que juntáramos las dos empresas. Tú te casabas con su hijo y las dos empresas se unían, pero eso sólo los beneficiaba a ellos, porque últimamente han tenido una gran pérdida de dinero, y sólo uniendo las empresas lograrían salir de la quiebra.

— ¿Aceptaste?. — pregunté enojada, mirándolo con asco.

— No. Claro que no. — negó y pude suspirar tranquila. — Se molestó por qué no acepté su propuesta, y me amenazó con hacerme algo, pero nunca imaginé que te lo haría a ti. — lo miré extrañada. — Él fue quien mandó a esos hombres a violarte. — lo miré perpleja.

Entonces... Jungkook decía la verdad.

Él no fue quien mandó a esos hombres.

¡Mierda!. ¡Puta mierda, joder!. ¡¿Es que nunca puedo hacer nada bien, carajo?!.