Un gran ventanal con vistas al mar deja entrar el aire fresco. Las finas cortinas de seda roja permiten pasar la luz que entra a borbotones por ella. La habitación así iluminada toma un aire de cuento de las mil y una noches. La cama la hemos colocado en medio de la estancia. No hay almohada y no se sabe que parte sera para la cabeza y cual para los pies.
Una manta suave y gruesa la cubre completamente. Es de color blanco , pero el efecto de la luz la enseña de color rosa pálido.
Eso es lo que busco, y exactamente esa es mi intención como director de decorado.
Quiero que esa cama sea el altar de la escena en la que los protagonistas van a quedar enmarcados y expuestos a la cámara
En el suelo de madera una alfombra hecha de pétalos de rosa invade el aire de un tenue olor a vainilla y mango
Una mesita baja en un lado de la cama sostiene una cesta con frutas de tentadores colores. Uvas, piñas y mangos reposan dentro de ella. Servirán a los juegos a los que los dos amantes se entregarán durante el rodaje.
Todo está preparado