Ya eran las doce de la noche, y los comensales empezaron a entrar en el enorme palacete, tras pasar un pasillo, llegaron a una amplia sala donde se encontraba una gran mesa y una multitud de sillas que no se acababan nunca, pareciendo casi infinitas.
Al fondo, se lograba distinguir un cuadro, que mostraba a una mujer con un rostro calmado y los ojos cerrados, incluso simulaba que había llegado al éxtasis.Los comensales ,que iban desnudos, se dividieron en dos grandes grupos, uno de ellos se sentaba en la gran mesa, y el resto de invitados se dirigían a la cocina.
Tras unos minutos, las personas que se dirigían a la cocina salieron con una sonrisa de oreja a oreja y con una gran bandeja que casi llegaba a rozar el techo.
Tras colocar la bandeja tapada en la gran mesa, los comensales se fueron colocando poco a poco, situándose en el lado derecho las personas que habían pasado por la cocina.Una vez sentados , dos mujeres idénticas, a pesar de ser de diferentes lados, se levantaron,y con sus manos levantaron la gran tapa.
Tras abrirla , la mujer del lado izquierdo no pudo esconder su grito, pues en la bandeja, se encontraba la misma mujer que se mostraba en el cuadro que coronaba la sala,llevaba un vestido rojo y su largo pelo recogido en una trenza, pareciendo muchísimo más apetecible.
Las personas del lado de la izquierda, al percatarse de esta horrible imagen , se levantaron enfurecidos, saliendo del gran palacete.
En cambio, los del otro lado simplemente se acomodaron,y no paraban de mirar a aquella chica, que se encontraba inmóvil y con los ojos mirando al techo.Uno de ellos , con una mirada sátira exclamó:
-¡Que empiece el gran banquete!
Y como si fuese una orden, todos y cada uno de ellos empezaron a arrancar la piel de aquella chica,desgarrando sus músculos y cortando sus extremidades.
Tras un par de horas, los comensales, gordos como una pelota , habían dejado la bandeja vacía, sin restos de lo que aquella vez , fue un placentero manjar.
Alice se levantó sobresaltada,al verse reflejada en aquel cuadro que miraba expectante como estos comensales se comían su propio cuerpo.
Había tenido una horrible pesadilla, y no podía creerse que su mente fuese tan macabra para imaginarse tremenda escena.
Tras calmarse,se dirigió al baño,se lavó su cara, y al volver a su cama se encontró con una invitación."Querida Alice,
Me siento enormemente orgulloso de invitarla a esta cena convite, que empezará a las doce de la noche en el palacete.
En sus pertenencias, me he dado el gusto de dejarle un precioso vestido rojo,tómeselo como un regalo.
Esperamos que sea puntual y deseamos verla con ese vestido rojo.
Un grato saludo,tus miedos.
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Relatos cortos
General FictionSin ningún enlace entre todas estas historias, vengo a mostrar un poco de mi macabro mundo interior. Es mi primer relato y acepto cualquier crítica siempre que sea desde el respeto. Un saludo y disfruten de la lectura.