El problema era que Kato no quería.
Las dudas y preocupaciones hicieron que su cabeza se sintiera mareada, transportada a una mar de pesimismo. Kato temía lo que aquel cachorro conllevaría. Porque el pequeño resultaba una gran amenaza, tanto para Kato y más para Mika quien en su condición no podía soportar con el peso. No, Kato no quería perder a su pareja y ni el deseo de tener una familia valía tanto la pena. Mika era lo que debía proteger.
Con un milagro se puede
Se lo había dicho Mika, pero un milagro era mucho, algo que ocurría cada cien y Kato no creía tener la fortuna necesaria. Debían aceptar que un Gamma era débil, que esta situación lo acabaría. Su cuerpo no lo soportaría. Además, Kato tenía cierta duda sobre el género secundario del cachorro. Si era un Alfa estaban en problemas. El bebe consumiría la vida de Mika de inmediato y lo mataría en un segundo. No quería correr el riesgo. No importaba nada más, no correría el riesgo.
En ese momento, no importaba las habladurías de todos los clanes y manadas ahí reunidos. Kato estaba demasiado confundido y preocupado por la anterior declaración del omega. Su mente estaba trabajando a mil por hora. Sus manos temblaban mientras sujetaba la muñeca de Mika sintiendo su pulso de cerca y queriendo conservarlo para siempre. No quería arriesgarse. De esa manera, sin tener conocimiento de lo que se quedó. La reunión terminó y todos se fueron.
Raku sonrió con un poco de seriedad. Una sonrisa que daba a entender su furia de una manera en la que solo el alfa podía lograr.
—Necesito que estés concentrado en esto —aclaró el mayor. Su mirada estaba pegada a su hijo, juzgando su actuar— estamos muy cerca de una catástrofe y si uno de nosotros falla toda nuestra gente va a morir. En tus manos están las vidas de cientos de personas. Así que arreglen esto.
El Alfa salió de la sala. Intentaba mantener un poco de tranquilidad en él. En su mente siempre ansiaba a su esposa. Sabía que ella sería la única que podría manejar esto de la mejor manera. Raku era como una roca en cuanto se trataba de este tipo de situaciones. No lo necesitaban para arreglar, pero Raku necesitaba a Kato para poder mantener la manada a salvo.
Kato suspiró agotado mientras sus manos peinaban su cabello hacia atrás de una sola pasada. Debían arreglarlo. Aunque no importaba, de todos modos tenía ya la solución en su cabeza.
—No vas a tenerlo —susurró Kato, sin saber expresar su punto correctamente.
Mika sintió el más frío dolor en su pecho. Sus rodillas temblaron durante un minuto entero y su voz no tenía forma de salir. Estaba seguro que sus ojos estaban rojos por su próximo llanto. El hecho de que Kato repudiara la idea de una familia como la que él le ofrecía era algo que caló su alma de una forma indiscutiblemente agria. Por eso, con el miedo en él, retrocedió un poco. Temía de su pareja, después de tanto tiempo volvía a temerle.
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El Lobo Y El Zorro (Omegaverse) [Gay]
Fantasy"Prometo hacer hasta lo imposible para volver a verte en nuestra próxima vida. Ser lo suficientemente paciente para tu llegada una vez más a mi vida. Y no volver a dejarte ir. Sin lágrimas esta vez Sin ser el villano esta vez" Aquella noche, mien...