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" ¿Te gusta SooHan? "

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" ¿Te gusta SooHan? "

" ¿Podemos vernos, MinGi? "

Había recibido el alfa en la mañana siguiente.

No esperaba que SooHan se lo propusiera, pero no le tomó importancia, después de todo, había pasado algo de tiempo desde que se habían reunido para divertirse, y no le parecía mala idea ir a verla.

A pasos perezosos caminó a la ducha, necesitaba un baño para quitarse el sueño.

Se miró en el espejo.— ¿Ayer lo hice bien?— Se cubrió la cara avergonzado y despeinó sus cabellos.— Creo que lo hice bien.— Suspiro encendió la ducha— Oh, me preguntó que planea SooHan, la conozco bien. Ah, supongo que no es importante.— MinGi siempre había tenido la costumbre de hablar sólo.

Después de asearse termino saliendo de su casa, encendió su auto y fue al lugar donde aquella chica lo citó.

Cuando llegó no dudo en marcarle para preguntar exactamente en dónde estaba, pero antes de que SooHan contestará la vio en la lejanía, sentada con dos chicos que MinGi conocía muy bien.

Se mantuvo estático, tratando de razonar lo que sucedía, sintió ganas de huir, pero no sabía si era por pánico o el miedo... habían pasado tanto tiempo sin verlos.

Indeciso, mordió su labio inferior hasta que la pelinegra lo miró, no tuvo otra opción más que caminar hasta ellos, a pasos inseguros y lentos, se reprochó a sí mismo su inseguridad.

No es que los evitará, bueno, si lo estaba haciendo.

Pero quería a los tres, y mucho, sin embargo no sentía capaz de poder mirarlos después de desaparecer de sus vidas sin explicación alguna, se sentía culpable, ni siquiera había contestado sus mensajes, ni llamadas, nada, sólo había desaparecido.

— ¡MinGi!— Dijeron al unisono al verlo, todos se lanzaron a abrazarlo, el alfa mordió su labio inferior, en el fondo, se sentía tan feliz y aliviado de saber que no estaban molestos.

— Con que esto tenías planeado, ¿No Soo?— Despeinó sus cabellos, pero recibió un manotazo.

— De nada.— Sus ojos se transformaron en medias lunas cuando sonrió, una vez más, estaba en deuda con ella.

— Hace siglos que no te veía.— Bromeó ChangBin con una gran sonrisa.

— Lo sé, estás igual de enano Bin.— El nombrado lo piso con una sonrisa cínica.— ¡Auch! Mismo temperamento, me alegra saber que no has cambiado.

R U M O R [Minjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora