El brillo en Tus ojos

Día 3 De Marzo, Parte I

RING RING
RING RING 

—Que alguien me recuerde apagar esta porquería

RING RI....

—Si, si, ya cállate

Levantarse es la peor parte del día, especialmente para ir a la escuela. Pero bueno, este es el primer día de lo que promete ser mi mejor último año.

—¿Qué hora es?— dije mientras acostumbraba mis ojos a la luz de la habitación.

Tomé mi celular, 7:00 am

—Mierda..

Me levante rápido de la cama, no tenía tiempo que perder. Tomé mis cosas y corrí al baño.

—Déjame adivinar ¿otra vez tarde?

La voz de Johnny me provocó un mini ataque cardíaco, no recordaba que se había quedado a dormir

—Calla, sabes que no soy una persona mañanera— dije haciendo una mueca

—Oh claro que lo sé enana, mejor apúrate, el pobre chico debe estar esperándote

¡MIERDA! Había olvidado por completo que José me estaría esperando.

Entré al baño, me vestí, me lavé, me puse mis lentes de contacto y volé a la cocina por una fruta.

—¡NOS VEMOS!

Esas palabras fueron las únicas que alcancé a gritar antes de salir disparada por la puerta principal. Tomé mi bicicleta, mi casco y comencé a pedalear en dirección a la escuela.

SPACE UNICORNS 🎶

El ruido del teléfono me alertó de una llamada, y sabía muy bien de quién era, pero no puedo pedalear y hablar por teléfono, gracias pero soy muy joven para morir.

Pasados 15 minutos ya no era necesario responder, había llegado a la escuela y podía sentir perfectamente cómo unos ojos estaban clavados en mí.

"Estacione" mi bicicleta, le puse la cadena y me dirigí a la entrada del colegio, hoy hace más frio que de costumbre, puedo ver mi aliento salir de mi boca.

—Podrías contestar el condenado teléfono almenos

Era José, furioso sentado en las escaleras de la entrada, se siente extraño verlo usar uniforme, ya me había acostumbrado a su ropa oscura.

—Hola José, estoy bien, gracias por tu preocupación— le dije dándole mi mejor sonrisa

—Si no estuviera preocupado no me estaría congelando aquí afuera...

José se puso de pie y se dispuso a saludarme, nos dimos un beso en la mejilla y entramos a la escuela

—Bueno ya que cierta señorita se le ocurrió dormir de más— dijo mientras me veía de reojo –Nos perdimos la primera clase, así que tenemos hora y media para recorrer los extravagantes pasillos del colegio

Hoy mi súper alegre compañero irradiaba más odio que de costumbre, osea sé que me demoré ¿pero que son 30 minutos de espera en medio de un día frío? Nada

—pueeees, puedo compensarte el haberme esperado al frío— dije mientras pestañeaba exageradamente

—¿Ah sí? Y como si se puede saber

—Con tu bebida caliente favorita, un buen Café de vainilla.

—Tu si que sabes como comprarme

—No te quejes, tu me enseñaste— respondí con una sonrisa.