No saltes [ Katsudeku ] ONESHOT

NO SALTES

Inspirado en la canción "Don't Jump" de Tokio hotel.

Era de noche, el viento soplaba con fuerza como si una tormenta estuviera próxima a tocar la tierra, y la temperatura era fría, de su boca surgían cortos suspiros que se transformaban en humo que se desvanecía en el aire.
sus ojos se sentían calientes de tanto llorar, dolían como cuándo no dormía en varias noches.

Con pasos lentos y temblorosos logró llegar hasta la terraza de uno de los edificios del centro de la ciudad ¿con que fin? terminar con su vida. Tras la idea errónea de que la muerte aliviaria sus penas, Izuku había optado por esa decisión tras mucho tiempo de haber sufrido en silencio las atrocidades que la depresión y el maltrato físico y psicológico le hicieron, asomo su cabeza  notando lo alto que estaba y comenzó a recordar los eventos de su vida que lo llevaron a estar ahí esa noche:

Desde pequeño tuvo la desdicha de nacer sin un quirk, era muy débil pero bastante inteligente sin embargo eso no era suficiente para ser un héroe. ¿Verdad?.

Su madre lo amaba tal y como era, para Izuku el dolor que poco a poco se había acumulado en su pecho con el paso de los años logró hacerlo sentir vacío, sin razones para cumplir su sueño de volverse un héroe mucho menos para seguir vivo, cada día era un tormento en el cual si no era insultado era golpeado por sus compañeros de clase en especial uno de ellos y al cual para su desgracia admiraba como a nadie más de forma casi insana.

"¿De qué sirve estar vivo si no puedo complir mi sueño?.. Si no puedo ayudar a nadie... Nunca habrá alguien que me necesite."
Pensó mientras se acercaba a la orilla de la terraza sintiéndose como algo insignificante que podía ser remplazado con facilidad.

"Eres un inútil, Bueno para nada" "¿De verdad quieres ser un héroe sin un quirk? que ridículo".

Las palabras de sus compañeros resonaban en su cabeza como un enjambre de avispas molestas, en especial las de aquel chico que admiraba  y aun que siempre intentó ser positivo llegó un punto en que su sonrisa se volvió falsa hasta ser inexistente, todo empeoró cuándo su más grande ídolo el héroe número uno All might, le había dicho que no podía ser un héroe, desde aquel día su corazón no volvió a ser el mismo, oír aquello viniendo de él fue un balde de agua fría que le hizo ver la cruda verdad de su realidad. Desde ese momento Izuku dejó de soñar.

"Que bueno que no puedes ser un héroe, no quisiera verte así de lastimado",

Fueron las palabras que su madre dijo hacía un par de años cuándo miraban juntos por la televisión los exámenes deportivos de la UA, y pese a que Izuku sonreía, en el fondo sentía una inmensa tristeza, deseaba con toda el alma haber estado ahí como el chico que desde niño admiro, su amigo o las bien ahora ex mejor amigo Katsuki.

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Suspiró profundo llenando sus pulmones de aquel aire frío y miró de nuevo por la orilla de la terraza. Muy abajo se veían decenas de personas, colores mezclados por las luces de la ciudad que se combinaban unas a otras y los autos que transitaban a altas velocidades. Cualquiera hubiese sentido vértigo al observar desde tal altura, pero para Izuku era como ver una puerta abierta a un descanso eterno que lo alejaría de todo el sufrimiento que a sus 16 años cargaba sobre sus hombros.

Con movimientos torpes a causa de sus grandes tenis rojos, trepó hasta quedar de pie sobre la orilla, el viento movió su cabello ondulado de un lado a otro haciéndolo tambalear por un segundo, sentía una sensación que aprisionaba su pecho y su corazón latió con mayor fuerza y rapidez como si su cuerpo le gritara que se detuviera de forma inconsciente.

Desde abajo una mujer observó y gritó aterrorizada causando que más personas voltearan a verlo, de inmediato se detuvieron creando una multitud con los ojos puestos en él pecoso, algunos rezaban por qué algún héroe apareciera y lo salvará.