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Joder.
Joder.
Joder.
Jisung estaba llegando tarde otra vez.

Felix sin duda iba a matarlo.

Habían pasado nueve días desde la última vez que vio al curioso chico que ya ocupa gran parte de sus pensamientos. Porque no iba a mentir, aquel chico se había convertido en su nuevo flechazo con solo haberlo visto dos veces.

Felix había vetado el tema, porque el peliazul hablaba tanto sobre el que ya conocía absolutamente todos los detalles sobre el castaño.

En compensación por sus tortuosas charlas, Jisung le había prometido una salida a la cafetería favorita del australiano, siendo ellos dos solos de nuevo; como antes de que Changbin llegase a sus vidas.

Si bien el peliazul consideraba al pelinegro como parte de su familia, no podía negar que su relación con el pecoso lo había puesto celoso al principio.

Felix siempre parecía tener todo lo que él ansiaba, y Han no podía dejar de preguntarse cuando encontraría a alguien que alumbrase tan dulcemente sus días como Seo lo hacía con su amigo.

Jisung apuró el paso, bajando lo las escaleras lo más rápido que mientras escribía un mensaje a Felix pidiéndole que lo esperase cinco minutos.

Su tarea lo tenía tan ocupado que en apenas un segundo sus pies se había encontrado con un escalón inesperado, haciéndolo caer hacia delante.

Pero su cuerpo jamás llegó a impactar contra el suelo.

Unos brazos lo habían agarrado antes de que su piel rozase con los escalones.

"Wow, ¿estás bien?" pregunta una voz proveniente del cuerpo que todavía lo tiene apresado, y Han quiere morirse en ese mismo instante.

Mira que no hay putos vecinos en su edificio.

"Si vas a seguir chocándote conmigo cada vez que te vea deberías al menos decirme tu nombre, ya sabes, para poder saber al menos quién es el lindo chico al que estoy rescatando." continúa el castaño frente a él con una sonrisa.

Jisung pestañea repetidamente, se ha quedado en blanco. Siente su cara arder mientras se aparta un mechón de flequillo de la cara.

"Esto... Gracias... Yo... Soy muy torpe, lo siento..." susurra mirando a sus pies, sintiendo la mirada del chico sobre él. "Debería irme..." habla, mientras hace el amago de moverse hacia la puerta.

Pero en brazo del chico se lo impide, agarrándolo de la muñeca antes de que pueda escapar.

"No me has dicho tu nombre." reprocha, con una sonrisa ladina.

"Jisung." contesta. Su voz se muestra ahogada, y el peliazul se maldice internamente por ello.

"¿Jisung qué más?" pregunta el contrario, soltando la muñeca del peliazul.

"¿Para qué quieres saber eso?" cuestiona Han, sorprendiéndose a si mismo por su repentina valentía.

El castaño sonríe antes de encongerse de hombros:

"Para buscarte en Instagram. Y si no resulta en Instagram en Twitter. " habla tranquilo, y Jisung abre los ojos sintiendo su rostro arder de nuevo.

El peliazul permanece en silencio durante unos segundos, teniendo un pequeño debate consigo mismo, y finalmente llega a la conclusión de que no le importa si el castaño es un jodido asesino en serie; porque no se negaría a morir a manos del chico más guapo que había visto en su vida.

"Han. Han Jisung." habla al fin. "Mejor empieza tu búsqueda en Instagram, dudo que lo consigas en Twitter." contesta con una sonrisa.

El castaño sonríe también. "Tendré tu consejo en cuenta. Pronto vas a tener una solicitud mía, espero que la aceptes pronto, aunque entendería que tengas miles acumuladas." bromea, y Jisung decide seguirle el juego.

"Veré qué puedo hacer, pero no te ilusiones demasiado, soy un chico ocupado." habla, dándole una pequeña sonrisa antes de girarse hacia la puerta.

Con la mano en la manilla se gira sd nuevo, mirando al castaño que sigue de pie en el mismo sitio.

"No me has dicho tu nombre"

El contrario sonríe de lado.

"Minho. Lee Minho." habla en una sonrisa ladina.

Jisung le dedica una última mirada antes de hablar. "Estaré esperando tu solicitud, Minho." concluye, antes de salir por la puerta.

                               [...]

Jisung casi muere a manos de Lee Felix.
Sus cinco minutos se habían convertido en quince en los cuales el pelinaranja permaneció sentando en la mesa de siempre.

"Lix, antes de que me pegues, échale la culpa al amor de mi vida." habla el peliazul apropelladamente, mientras toma asiento frente a su amigo.
Felix frunce el ceño en una mueca de confusión, así que Jisung se apresura a explicarle la situación."Casi me abro la cabeza por las escaleras, él apareció para salvarme y luego me coqueteó descaradamente. Dios, mi cara estaba a punto de explotar. Estaba más rojo que tú aquella vez que os encontré a ti y a Changbin en el bañ-" Han no fue capaz de acabar la frase, ya que la pequeña mano de su amigo había salido disparada hacia su boca.

"¡Ni me lo recuerdes! Dios...¡qué vergüenza!..." habló, negando con la cabeza repetidas veces y tapando con sus manos el sonrojo en sus mejillas al recordar la escena. "Pero bueno, más te vale contarme ahora mismo los detalles de por qué has estado a punto dejarme plantado." reprocha, ya recuperado del vergonzoso recuerdo, en una mueca de enfado fingido.

Jisung ríe, y rueda los ojos antes de responder:

"Te recuerdo que tú me has dejado plantado varias veces por irte con ese enano que tienes por novio, así que te la debía. Pero de todas formas, como estoy de buen humor, voy a contártelo." concluye, llevándose a los labios la taza humeante que segundos antes reposaba sobre la mesa.

Felix rueda los ojos, pero no objeta nada, sabiendo qué, por más que no le guste admitirlo; su amigo tiene razón.

Es cierto que llegó a cancelar alguna de sus salidas con Han para estar con Changbin, siempre compensando después a su amigo, porque por más que quisiese a su novio; el pelinaranja era prácticamente su hermano, y le aterraba la idea de descuidar su amistad y llegar a perderlo.

Jisung habla entusiasmado, haciendo de vez en cuando pequeñas pausas para atender a los comentarios de su amigo australiano y para disfrutar de su consumición. Felix lo escucha atento, contagiándose de la felicidad del que considera su mejor amigo.

"Oh dios, ¡mi pequeño está creciendo!" exclama, secándose una lágrima falsa.

Jisung lo observa con desaprobación.

"Felix, te recuerdo que soy mayor que tú."

"¡Por un día!¡Eso ni siquiera cuenta!¡Y mentalmente eres como un bebé!" se defiende el pelinaranja con falsa indiganción.

Han ríe por la actitud infantil de su amigo, y pronto el australiano se le une, acabando ambos por estallar en carcajadas.

El peliazul se limpia una falsa lágrima de forma burlona, y dedica una mirada desinteresada a la pantalla de su teléfono.

Y bueno, casi se cae de la silla.

El australiano abre los ojos con sorpresa.

"¡Sung!¿Estás bien?" cuestiona, pero Han no le responde, se limita a enseñarle la notificación que brilla orgullosa en su pantalla.

El australiano lee en voz alta:

Instagram [@h.jisung]: @leeminhoe ha solicitado seguirte

door [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora