Nenúfar - Pureza de corazón

C70 - Septuagésimo día de no ser humano

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Sus ojos fueron besados y la fría luz que había en ellos pareció parpadear ligeramente. Gu Huai lo notó y de repente lo sintió más claramente...

Alves estaba realmente obsesionado con él. No era un nivel normal de amor. Era un amor más allá de lo que él podría haber imaginado. Debido a esto, el corazón de Alves sería fácilmente sacudido por él. Aunque se habían hecho cosas más íntimas, Gu Huai todavía se sonrojó un poco cuando vio los ojos ligeramente temblorosos de Alves. La cara un poco pálida de Gu Huai se cubrió de rojo y parecía mejor.

Alves no respondió. Empujó suavemente a Gu Huai sentado en la cama hacia atrás. ―No te muevas.

La atención de Alves siempre había estado en Gu Huai. Incluso si Gu Huai era paciente, se dio cuenta de que el cuerpo de Gu Huai todavía no estaba cómodo. Gu Huai quería decir que estaba bien, pero recibió la mirada silenciosa de Alves y tuvo que acostarse.

Alves llamó al equipo médico que había estado de guardia a la habitación de la mansión. Los otros Zerg llegaron inmediatamente después de recibir la noticia de que Gu Huai se había despertado.

El día en que Gu Huai había estado inconsciente, los Zerg de Tuser no estaban trabajando en absoluto. Aunque estuvieran en sus respectivos puestos, sus mentes estaban preocupadas por el estado físico de Gu Huai.

De hecho, no eran sólo los Zerg de Tuser. Todos los Zerg que vivían en otros planetas reaccionaron de la misma manera. Toda la raza Zerg estaba marchita y no querían recibir ninguna orden comercial. Ese día, todas las empresas que vinieron a preguntar a los Zerg sobre el comercio de la piedra negra se encontraron con un muro. Todas estaban bloqueadas por una frase.

Las empresas que preguntaron a los Zerg sobre el comercio de piedra negra. ―Sobre la exportación de piedra negra en el planeta... 

Los Zerg preocupados por el rey no querían. ―No vamos a vender. 

El equipo médico entró en la habitación de Gu Huai. Gu Huai recibió otro examen físico bajo la mirada preocupada del grupo de Zerg.

―Al igual que los resultados del examen anterior, Su Majestad está sano... ―Sin embargo, al ver el aparente malestar de Gu Huai, el Zerg a cargo del tratamiento médico no pudo decirlo con cierto tono.

Tal vez era que su examen no fue lo suficientemente detallado y había algunas partes que no habían revisado que era la causa del malestar de su rey....

Los Zerg del equipo médico se culparon a sí mismos. Gu Huai vio su expresión y habló con voz cálida. ―No es tu problema.

Gu Huai sentía que su repentino desmayo no era por una razón física. Por eso el equipo médico sólo recibió resultados normales en sus pruebas.

―Estaré bien si me tomo unos días de descanso. ―Gu Huai les tranquilizó.

Aunque Gu Huai lo dijo, los Zerg vieron que no estaba bien por un día y seguían nerviosos.

Gu Huai descansó durante unos días, pero se dio cuenta de que durante estos días, todavía había un débil dolor en su cuerpo. Gu Huai no quería que los Zerg se preocuparan, así que convenció a los que lo habían estado observando para que fueran a descansar.

Una vez que la habitación estuvo vacía, Gu Huai se levantó de la cama para mirarse en el espejo y asegurarse de que se veía normal. Entonces respiró aliviado. Su cara parecía como si nada hubiera pasado y no mostraba lo dolorido que se sentía. Gu Huai aún podía ignorar esta ligera molestia.

Sucedió justo cuando Gu Huai se relajó un poco. De repente vio que sus ojos en el espejo se volvían dorados. Esto no era su propio cambio. Una vez que sus ojos se volvieron dorados, Gu Huai miró fijamente al espejo con un rostro que parecía frío y casi inexpresivo.