uno

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Hyunjin no podía estar más enamorado de alguien, y él lo sabía. Cuando llegó ese nuevo alumno de intercambio notó algo en su fragancia que lo atraía locamente. Quizá nunca creyó en las parejas predestinadas, pero supo que Minho era el suyo por cómo cayó rendido ante sus pies sin siquiera mirarle.

- Tierra llamando a Hyunjin.- le llamó Chan, intentando captar su atención. Desde que comenzó el curso el chico había notado a su amigo algo ausente por las mañanas, mirando siempre la gran entrada, esperando algo, o a alguien.

- Déjale, creo que está enamorado.-dijo Changbin, otro de sus compañeros. Hwang desvió la mirada, mirándole confundido.

-¿Yo?- el pelinegro asintió , cruzándose de hombros.- Son ilusiones tuyas.- bufó, echándose con la silla hacia atrás.

-¿Entonces no te gusta el chico nuevo, el de intercambio?- Hyunjin abrió mucho los ojos. ¿Cómo...?- He oído que un alfa le piensa pedir cortejo, ¿no hay problema con eso?

El lobo interior del menor no pudo evitar gruñir ante aquello. Pues claro que le importaba.

- Ya lo suponía.- dijo Felix, sentándose junto a Changbin.- Es buena persona.

-¿Cómo lo conoces?- le preguntó, ya más atento a la conversación.

- Es bueno en inglés, como yo, además, baila. ¿No crees que eso ayuda a que hayamos empezado a hablar? Es bueno hablar mi lengua natal con alguien, y tener los mismos gustos.- respondió con una sonrisa superior, que seguro se le había pegado por Seo.

Hyunjin asintió, mirándole fijamente.

- Quiero hablarle.- confesó escondiendo su rostro sonrojado entre sus manos.

- Ohhh, el gran Hwang Hyunjin está enamorado.- dijeron Bang y Seo, con la intención de molestarlo.

- Bueno, cómo si vosotros no.- espetó refiriéndose al gran enamoramiento que tienen ambos alfas por sus omegas.

- En fin.- dijo Felix. Era el menor del grupo, pero a veces parecía el único con más de dos neuronas.- Hyung, háblale. Minho hyung es tímido, pero seguro puedes hacerte su amigo rápidamente, y luego ver si algo surge.

En ese momento el omega entró al lugar, con sus habituales cascos puestos. El australiano vió esa una buena oportunidad para darle un empujoncito a su hyung.

- MINHO HYUNG.- le llamó sonoramente agitando el brazo. Al principio el rubio sólo escucho un suave eco, por la música, pero al siguiente llamamiento sí se dio la vuelta mirando al pelirrojo con una sonrisa, mientras le devolvía el saludo con la mano. Se sorprendió al ver que el chico quería que se acercara a ellos, pero avanzó.

- Hola, Lix.- dijo incómodo. Había un aroma que le inquietaba en esa mesa.- ¿Necesitas algo?

- Quería pedirte un favor.- expresó haciendo un puchero lindo.- Mi amigo.- empezó señalando al castaño, que seguía admirando al peli-naranja. Nunca pensó que lo vería tan de cerca.- Es pésimo en el inglés.-dijo fingiendo un disgusto exagerado. Lo peor es que era verdad.- He intentado ayudarle, pero no tengo demasiada paciencia. ¿Podrías intentarlo, por tu dongsaeng favorito?

El chico asintió, dirigiendo su mirada al chico que el menor le indicaba. No se esperaba encontrarse a Hyunjin mirándole con intensidad.

- Si quieres podemos quedar esta tarde a las 5 en la biblioteca que hay aquí cerca, ¿te parece?- quería irse de allí lo antes posible, ya que sus feromonas no tardarían en delatar sus nervios.

Hyunjin asintió sin articular palabra. Estaba estático. No habló hasta que el chico se fue, mirando al único omega de la mesa con admiración.

- Te amo.- le dijo abrazándole, pero enseguida se separó por el gruñido molesto de la pareja del pelirrojo.

El mayor estaba asustado, pero también emocionado.

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