destinados

tres

-¿No entras?- cuestionó entrecerrando los ojos, abriendo la puerta.

Hyunjin lo miró algo incómodo y se encogió de hombros. Un alfa y un omega en celo juntos no era seguro, que digamos.

- Puedo tomarme los supresores.- dijo invitándole a entrar. Lo que no diría Minho es que su aroma había pasado de incomodarle a tranquilizarlo. No, eso se lo diría más adelante.

Obviamente, el mayor no se negó y entró, cerrando la puerta tras él. El omega subió al baño rápidamente mientras el alfa se sentaba en el sofá, observando el lugar durante su espera por él.

El peli-naranja no tardó demasiado y ahora estaban sentados cada uno en una esquina del sofá.

- No funciona conmigo.- pronunció Hyunjin confundiendo al chico, que se dió una patada mental por no darse cuenta. Claro que no funcionaba con él.- Creo que tengo que irme, por tu seguridad.

Minho suspiró, y asintió rendido. El castaño estaba a punto de abrir la puerta cuando escuchó al otro.

- No puedo dormir muy bien cuando entro en celo. Me duele mucho estar... así.- confesó elevando la mirada, algo dudoso de si seguir o no. No podía ver la expresión de Hwang, ya que estaba de espaldas a él, pero continuó.- Podrías... ¿podrías quedarte conmigo hasta que me duerma, al menos? Tu fragancia tranquiliza a mi lobo.- se dió cuenta de que aquello sonaba a que usaría al mayor, pero esperaba que no se lo tomara así.

- Podré controlarme.- dijo con una sonrisa, yendo a abrazar al menor. Los nervios dentro del rubio se esfumaron inmediatamente al contacto y suspiró, aspirando su olor.

Al cabo de unos segundos, decidió que sería mejor si iban a su habitación, ya que el sofá no era muy cómodo.

Se tumbaron uno al lado del otro, el menor entre los brazos del alfa con los ojos cerrados y el otro con una sonrisa en los labios.

Fin.

(...)

Es cortísimo, but... espero que os haya gustado ^^ tened un buen día.