¿Volverías a amar por mi?

Capítulo 8 parte 2

Narra Lili:

Llegamos al departamento y empezamos a hacer la masa, mientras el buscaba los otros ingredientes yo hacia la masa, así que decidí tirarle harina en la cara, llame su atención y cuando se dio vuelta le sople un poco de harina en la cara, tenía los cachetes y la nariz blancos, mientras me miraba serio yo me reía por su cara, parecía que de verdad me iba a morir de la risa, cuando pare lo mire y me veía con cara victoriosa, no entendí así que mire su mano y vi que estaba llena de harina, lo mire, el me miro, y ahí fue cuando me tiró harina, me quedé paralizada y el no resistió más y empezó a reírse, créanme o no pero de verdad se comenzó a reír, al verlo feliz comencé a reírme con el, fue uno de los mejores momentos que he tenido con el, verlo reír me hizo sentir feliz, demasiado feliz, su risa era contagiosa, me encantaba, quisiera escucharla todo el tiempo, quisiera ser la única razón por la que ríe, por la que sonríe.

Cuando terminamos de reír nos miramos, yo lo miraba con una enorme sonrisa dibujada en mi rostro, mientras que el me miraba con ese brillo en los ojos que me vuelve loca, si tan solo supiera eso

-bueno, dejemos de mirarnos y empecemos a hacer la pizza que no se va hacer sola-dijo chasqueando los dedos

-esta bien chef, que tengo que hacer?-dije sarcástica

-solo sígueme-dijo e hicimos la pizza. Al sacarla del horno olía deliciosa, nos había quedado espectacular

-se ve riquísima- dije y el asintió-que te parece si llevamos la pizza al parque-dije y me miro raro

-pero no crees que se enfriara?-dijo dudoso

-que importa, solo quiero mirar el paisaje mientras como-dije 

-esta bien, por mi esta bien, me gusta la pizza fría, pero no se vos-dijo 

-a mi me da igual como este, mientras sea rica-dije mirando la pizza, pusimos en una caja la pizza, nos pusimos nuestros abrigos y nos fuimos de ahí. En el camino hablábamos de estupideces, nos la pasamos bien en el camino hablando de esas tonterías, sabía que si decía algo estúpido no me vería raro, y eso me hacia sentir cómoda, al llegar al parque nos sentamos en un banco grande para dejar la pizza entre nosotros. Nos sentamos y empezamos a comer, estábamos en completo silencio, pero sabíamos que ese silencio no era para nada incómodo, era uno de esos silencios que se disfrutan, teníamos tanta hambre que no emitíamos ni un sonido, no había nadie, solo nosotros dos, entonces pensé que era el momento, pensé que ya se lo debía decir, no puedo más, necesito decirle la verdad, aunque el no piense lo mismo que yo, así que empecé a hablar

-Cole, quiero preguntarte algo-dije nerviosa

-si claro, ¿que quieres preguntarme?-dijo tranquilo

-es que, yo se que cada vez que tocaba el tema de amor, si tuviste alguna novia o algo así, vos te ponías nervioso, y quiero saber porque-dije mirándolo seria, se comenzó a tensar, nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que hablo

-esta bien.....Te diré todo-dijo y se acomodó para poder verme-todo comenzó al hacerme novio de una chica llamada Sofia...

Empezó a contarme cada cosa, como fue su relación, como terminaron, cuanto le afecto aquello, la razón del porque lo vi así esa noche, me contó que sufría depresión y ataques, y que pudo salir de la depresión, apenas,  pero que los ataques todavía los tiene, por eso lo vi en ese estado aquella noche en su habitación

-y eso es todo-dijo intentando no llorar

-Cole.....yo no se que decir, debió doler que te hayan hecho algo así, cuanto lo siento, no mereces llorar por ella-dije tomando su mano