𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐚 𝐛𝐫𝐞𝐚𝐤 ╱ satzu

2.

Justo antes de que cerraran la puerta, Sana puso la mano entre esta y el marco, deteniéndola.

-Tzuyu, ¿puedes darme tu número?- dijo Sana abriendo la puerta. No por completo, solo un poco.

Tzuyu se giró con un leve sonrojo en sus mejillas -oh...si claro-

Intercambiaron números y luego las invitadas se retiraron del condominio.

-¿Y?...- dijo la madre de Sana mientras lavaba los platos.

-... ¿Y?- respondió Sana apoyada en la mesa de diario con su celular en la mano.

-¿se conocieron bien o no?-

-pues... sí- respondió Sana.

-sería muy lindo que tu y Tzuyu estuvieran juntas- Dijo ahora secando los platos lavados.

Sana suspiró. -Mamá, te quiero mucho, pero no me presiones con respecto a eso, por favor. Además no sé casi nada de ella, si tuviera interés por mujeres podría ser. Pero por ahora no tengo cómo saberlo-

Las expectativas de Sana fueron muy altas, Tzuyu nunca había sentido interés por una chica y no cree que lo sienta en algún momento. La menor no le abre la puerta al amor debido a una muy dolorosa ruptura que tuvo 2 meses atrás.

[...]

Pasó una semana, ya era domingo y Sana se estaba preparando para ir a la casa de Tzuyu. Tendrá que acostumbrarse porque al parecer se verán todos los domingos. El día anterior Sana le escribió a la menor.

Sana
Hola Tzuyu uwu

Te quería preguntar si quieres que lleve el penny a tu casa ( ^ω^ )

Tzuyu uwu
Hola Sana. Bueno si quieres :) igual estaría genial que lo trajeras.

Sana
Esta bien ^-^ lo llevo entonces

Nos vemos mañana

Tzuyu uwu
✔️✔️

Ya en el auto camino a la casa de Tzuyu, Sana estaba emocionada, más que nunca.
Al fin llegaron y la madre abrió la puerta dándoles una cálida bienvenida.

-pasa cariño, Tzuyu está en su habitación subiendo las escaleras- Sana asintió y subió.

Habían muchas puertas, Sana no sabía cual era la de su amiga. Caminó por el pasillo buscando alguna señal y justo pasando por delante de una puerta ahí salió, Tzuyu chocó con Sana, pero nada grave sólo fue un golpecito de hombros.

-Oh Tzuyu disculpa- Sana puso sus manos sobre Tzuyu disculpándose.

-No, no, Sana, no te disculpes. Por cierto, Hola- Tzuyu rió despacio e inocente. Sana sacudió su mano mostrando la palma -oye y...- Tzuyu parecía buscar algo en las manos de Sana -¿y el penny?-

Sana se quedó unos segundos en silencio y cada vez abría más los ojos, hasta que fuerte mente cubrió sus ojos con la parte baja de su palma -aaaaagh lo olvidé-

-torpe- dijo Tzuyu riendo -no te preocupes, Sana. Encontraremos algo que hacer-

[...]

Terminaron de almorzar y las adolescentes fueron al patio.

-bueno... ¿qué quieres hacer?-

La mayor alzó los hombros en señal de 'no sé' y luego ambas caminaron hacia el césped. Tzuyu se sentó en él y dio unos golpecitos al suelo para decirle Sana que se siente junto a ella.
Ya sentadas, Sana habló.

-¿sabes?- Tzuyu volteó la cabeza para mirarla -aunque nos conocimos hace una semana me siento cercana a ti-

Tzuyu sonrió -supongo que es porque lo pasamos bien juntas-

Sana sonrió y luego se acostó en el pasto.

-¡Wa! Esa nube parece una flor- señaló Sana al cielo.

Tzuyu miró hacia arriba -¡Oh! Tienes razón- Tzuyu prosiguió a acostarse también.

-¡mira, mira! Esa es un pingüino- dijo la castaña con una voz adorable.

Sana se quedó viéndola encantada por la voz tan relajante y tierna de Tzuyu.
Claro, la menor lo notó y volteó la cabeza hacia Sana, quedaron muy cerca sus rostros y al instante Sana se sonrojó. ¡Pero no se movía! Lo sorprendente es que Tzuyu tampoco, y aunque intente ocultarlo, también estaba sonrojada.

-¡chicaaas! ¿Quieren mango?- apareció la mamá de Tzuyu con dos platos que tenían mango cortado en pedazos pequeños.

Obviamente las jóvenes se asustaron y se sentaron rápido.
Tzuyu miró a Sana de lo más normal para que ella responda primero.

-¡Uh! Sí ...muchas gracias- la mayor hizo una reverencia con la cabeza recibiendo el plato.

Luego Tzuyu recibió el suyo y comenzaron a comer despacio.
Estuvieron unos minutos calladas.

-está bueno- dijo Sana. Ya sabía que Tzuyu no iba romper el hielo en la conversación así que ella tendría que hacerlo.

-mm- Tzuyu no habló porque tenía fruta en la boca.

Sana quería hablar pero no sabía de qué.

-Tzuyu... perdón por eso- Sana estaba cabizbaja.

Tzuyu la miró con los ojos bien abiertos, fue algo extraño pero no era su culpa y su disculpa le sorprendió.

-No... eh... Sana no te preocupes, no es tu culpa- la menor movía sus manos en señal de 'no'.

Sana sonrió mirando al suelo, así que Tzuyu no se dió cuenta.

[...]

-nos vemos la otra semana en mi casa- dijo la mamá de Sana.

-adiós Tzuyu, nos vemos en una semana- se despidieron y subieron al auto.
Cuando se alejaban del sitio, Sana miró a Tzuyu por la ventana, la contraria hacia lo mismo.