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Ya pasó una semana y no habían hablado ni un solo día.

-Sí, sí, mamá voy a estudiar ahora- Sana tenía prueba el día siguiente y gruñó al escuchar el sermón de su mamá recordándole su calificación en la última prueba que había tenido. Aquella evaluación de física que le había comentado a Tzuyu.

-En unos minutos vendré a verte y más te vale estar con tus cuadernos sobre el escritorio estudiando- apuntó con el dedo.

Sana solo asintió y comenzó a buscar un cuaderno, wow... realmente no estudiaba hace mucho, no podía encontrar ni un solo cuaderno.

-Oh- recordó.
Abrió el cajón del gran mueble junto a su cama. Escabulló su mano dentro buscando un cuaderno y al sentir un espiral de metal sonrió.

Sí. Había encontrado un cuaderno... no el que necesitaba, más bien era un diario de hace seis años atrás.

Minatozaki Sana,  12. agosto. 2014

Hoy vi una chica que nunca antes había visto, era bonita y alta. Iba a comprar una chupeta y la seguí... lo sé, diario, está mal pero lo hice, ¿ok?
Compré exactamente la misma chupeta pero justo antes de recibir el cambio, salté debido a un gran susto. ¡Era la chica!
¡Se dio cuenta de que la estaba siguiendo!
A cambio, le di la paleta recién comprada y se fue sin antes regalarme una sonrisa.
Wa... que linda chica.
Y si lo preguntas, ¡NO! No me gustan las chicas, solo que ella era especial y tenía algo que... acabo de detenerme a leer lo que acabo de escribir y bueno... si me gustan las chicas.

Sana sonreía al leer la página doce de su diario púrpura brillante.
Recuerda la primera vez que le gustó una chica con demasiada claridad que asusta.
La primera y única chica que le ha gustado.
Bueno además de Tzuyu, claro.

Las otras paginas del diario eran aburridas, excepto la del drama entre el profesor de música y la de arte... ese día se quedó toda la tarde con Mina en el colegio esperando alguna señal de que los profesores estaban saliendo... y definitivamente lo estaban, pero al contarle a Momo, todo el salón escuchó y el mensaje llegó hasta la directora. Los despidió quién sabe por qué.

Agarró un lápiz y rápidamente se sentó en su escritorio, que bueno que lo hizo. Apenas apoyó la punta del lápiz en la hoja vacía, su mamá se asomó. Pero al ver a su hija escribiendo se fue nuevamente.
¿Quién iba a creer que encontró un diario perdido donde describía el amorío entre dos profesores?

Comenzó a escribir.

Minatozaki Sana, 29. julio. 2020

Bueno... hace décadas que no escribo aquí así que no se exacto qué poner.
Pero bueno... espero que la Sana de 127 años esté leyendo esto haha.

Me gusta Tzuyu... diario, eres un ser inerte pero sé que sabes que siento algo muy fuerte por ella.
Le tiene miedo al amor y eso no la deja vivir.

¡Nadie merece eso!
Si quieres algo, puedes tomarlo y ya... no deberías tener miedo.
Espero que algún día Tzuyu tome mi mano y caminemos por la ciudad sin miedo a lo que los demás piensen o digan (incluso hagan).

En estos momentos siento que no hay marcha atrás... estoy enamorada de Tzuyu y lo estaré por muuuuucho tiempo, si es que no toda mi vida.

Descansa, diario.
Voy a intentar revivirte.

 𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐚 𝐛𝐫𝐞𝐚𝐤 ╱ satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora