Nuestras historias

Conocimientos

Con dedos apretando en el tabique de su nariz Silvia trataba de digerir esa información. -Entonces, esa cosa espacial trajo un virus informático que se convirtió a sí mismo en uno físico, pero....ok supongamos que no son tonterías, ¿Con que propósito?, ¿porque en casi 2 décadas no termina el trabajo?, ¿porque hacer a los grises y a todos los demás?-

-¿Te parece que tengo todas las respuestas? trata de preguntárselo la próxima vez que encuentres una computadora con acceso a internet. Tú me preguntaste por lo que pensaba que causo esto, eso es todo lo que se. Y si, puede ser una mierda y no sernos útil en lo más mínimo. Pero es lo que hay-.

-Eso no tiene sentido-.

-¿Y qué parte de todo esto lo tiene? Los grises murieron en el primer brote si todos estamos seguros, pero muchos aún no se pudren, y las otras cosas no deberían correr si tienen rigor mortis, y menos todo lo demás que hacen. Lo que sea que nos seguía alcance a ver un palpitar rojo en alguna parte-

Silvia empezó a moverse por el contenedor, pensando en lo que escucho y entrando en calor, mientras Jorge seguía sentado temblando ligeramente mientras observaba el suelo. Después de unos minutos también creyó necesario el empezar a moverse para quitarse la sensación de frío, mientras se levantó de su lugar miro a Silvia.

-¿Y bien?- le preguntó.

- Y bien ¿qué?-

-No vengas con eso, hicimos un trato, yo te decía lo que sabía y tú me contabas cómo fue el tiempo en tu granjita-

-A, si-la expresión de Silvia cambió súbitamente a una de tristeza.

-No me vengas con eso, sabes que tan poco fue fácil para mí decir ese montón de locuras-

-lo sé, lo sé, no trato de evitarlo, solo que aún cuesta trabajo aun cuando estoy dispuesta. Fue hace mucho y ni siquiera sé por dónde empezar- Respiro profundamente mientras volvía a recargarse en contra de la pared.

-Dijiste que desde que inició con él cierto. ¿Que tal como se conocieron?-

Silvia solo asintió ligeramente con la cabeza, pasando a mirar al fondo del contenedor como si algo ahi pudiera darle una ventana a otra vista.

-Aún estábamos en la universidad, bueno era mi primer año, él estaba ya en su segundo, yo.....-. Se detuvo momentáneamente para dar una pequeña risa a si misma. -Tuve una cita con uno de sus amigos, el tipo, era gracioso, y listo, pero aburrido, yo estaba empezando a vagar en mis pensamientos mientras él seguía hablando de... no recuerdo. De pronto él con un par de sus amigos llegaron al mismo café donde estábamos, no sabría decir si fue coincidencia o eligieron ira molestarlo, el intento de forma poco sutil decirles que se fueran,mostrándose un poco arrogante y ofensivo a sus amigos. Ellos respondieron bulleandolo por casi media hora, jajaja, fue muy divertido-

-Sí, creo haber escuchado eso antes, y ¿acaso fue amor a primera vista?-

-Para nada, eso solo me dio motivos para querer volverle a hablar como amigo en potencia. Pasamos varios meses así, ambos estudiábamos biología, así que era fácil encontrarlo en el campus. Le tomó mucho invitarme a salir, por primera vez, luego de eso......-

-Entiendo iniciaron su relación felices y juntos, saltémonos esa parte sabes que no me gusta lo cursi, Pero ahora que lo pienso nunca he oído su nombre-

-Su nombre nunca le agradó mucho, lo apode Dex, ya que siempre iba de botas a todos lados y uno de sus abrigos favoritos era muy similar a su bata de laboratorio. Si no lo entiendes no lo explicare. Para cuando estaba en mi quinto semestre, fue cuando ocurrió, solo sabíamos que evacuaron la escuela por alguna emergencia, que lo que nos dijeron, Dex ya había muchas veces a mi casa, y queda a las afueras de la ciudad en un racionamiento cerca del campus, no sé qué fue lo que me impulsó a decirle que viniera conmigo. Termino aceptando, y cuando llegamos mi madre preocupada le hizo llamar a su hogar mientras veíamos en las noticias lo que pasaba, aun no se levantaban los grises, veíamos la primera parte cuando todos caían como moscas, nadie se lo explicaba. Supongo que sabes esa parte, la pandemia más rápida de la historia. Mi madre le neceo tanto, o más que yo que se quedará hasta que se calmaran las cosa, mi padre había muerto enfermo por viruela así que imaginaras su estado en ese momento. Acepto para tranquilizarnos, la calmo del hecho que mi hermana menor aún no había regresado a casa de la escuela-.