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De pronto, una infinita oscuridad seguida de una ráfaga de viento que acaricia sus hebras aparece, dejándolo desconcertado mientras cierra los ojos con fuerza. 

Those angel's eyes... ㅡsusurra una voz perdida. 

Ante él, el gran arco de la Vía Láctea se muestra, mientras las estrellas parecen moverse con gran donaire y calma. Al fondo, la Luna; tan grande y majestuosa. 

Jeongguk abre los ojos con lentitud, siendo robado su aliento al observar el paisaje. 

Pronto nota como la brisa acaricia sus alas y, pausadamente, volteó suavemente la cabeza hacia un lado para ver una de ellas; elegante, voluminosa y nívea.

Abrió la boca con asombro mientras acerca una de sus manos al ala que está observando para acariciarla lentamente. El ala da un pequeño e involuntario respingo al notar el tacto de su índice. 

Volvió a mirar al cielo, escuchando a lo lejos unos preciosos cantos. Desde lo alto, se podían ver como los luceros del joven reflejaban la totalidad de la galaxia.  

ㅡJeongguk... cariño... ㅡHabló una armoniosa voz. 

ㅡ¿Qu-quién es? ㅡTartamudeó el mencionado, mirando hacia todos lados algo asustado mientras el canto se detenía. 

ㅡSoy Luna.

ㅡ¿Có- ㅡJeongguk calló. No sabía qué pensar, estaba totalmente desconcertado.  

Se oyó una pequeña y suave risa.
ㅡDespués de tanto tiempo, por fin tenemos un nuevo ángel. 

El menor frunció el ceño, sin entender qué estaba ocurriendo.
ㅡ¿Qué quieres decir?    

Volvieron a escucharse los cantos mientras una sombra femenina aparecía en la Luna, con alas más grandes que las de él y su largo cabello y vestido siendo acariciados por la brisa.

ㅡTienes una misión, mi pequeño.     

ㅡ¿Qué misión, qué dices?  

Lentamente descendió la sombra hasta posarse sobre el cetrino césped y caminar con donaire hasta su posición.   

Jeongguk no quitaba la vista de aquella mujer y, sin saber porqué; sus luceros reflejaron las nebulosas más oscuras jamás descubiertas y cayó una lluvia de meteoritos.

Luna, con aflicción, se posa sobre una de sus rodillas y con gran suavidad limpia con el dedo pulgar derecho los ojos de Jeongguk.

ㅡNo, mi pequeño. No debes llorar. ¿Por qué lloras? 

El joven no supo responder, mas quedó asombrado viendo como una media luna yacía en la frente de la mujer.

Luna tomó una mano del joven y la observó con una sonrisa.
ㅡAhora tendrás un nuevo tatuaje.  

Jeongguk, confundido, miró cómo Luna acariciaba su muñeca y, de esta, brillaba una media luna. Abrió la boca con asombro antes de que este brillo desaparezca, dejando una hermosa marca.

ㅡ¿Qué se supone que debo hacer? ㅡcuestionó calmando su llanto.  

Luna tomó la otra mano y juntó ambas, descansando su pulgar en las palmas ajenas.
ㅡTienes que proteger a tu entorno. Sobre todo a Seokjin, Yoongi, Hoseok, Namjoon, Taehyung y Jimin.  

ㅡ¿Qu-qué? ¿Por qué?     

La mujer acunó el rostro contrario antes de dejar un suave beso sobre su frente.
ㅡSuerte, hijo mío. ㅡdijo al separarse mientras se convertía en polvo de estrellas.



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