ángel

03

Jeongguk sonreía y se retorcía levemente al sentirse en una nube, pero lo sentía todo frío.

ㅡVamos, Jeonggukie; despierta. ㅡLe dijo una voz dulce. 

El mencionado abrió de forma abrupta los ojos ㅡpor segunda vez en la nocheㅡ y se levantó. Viendo que estaba en... ¿dónde? 

ㅡBienvenido a la Nebulosa de Pléyades.

ㅡ¿Nebu...losa?

ㅡRealmente estás durmiendo, pero tu psique está aquí. No temas, no tardarás mucho en despertar de nuevo en la Tierra.  

ㅡ¿Quién eres tú? ㅡcuestionó Jeongguk aún desconcertado e inseguro.

ㅡMe presento ㅡTomó su vestido mientras hacía una pequeña reverencia ㅡ. Soy Maia, la hermana mayor de las Pléyades. ㅡAl finalizar, le brindó una pequeña sonrisa. 

Jeongguk estaba boquiabierto. Aún no se creía nada y pensaba seriamente en si, al despertar, acudir a urgencias.    

ㅡYa...

ㅡTú debes ser... el hijo de Selene, ¿verdad?

ㅡ¿Qué? No. 

ㅡBueno, la debes conocer como Luna. ¿No? ㅡJeongguk tragó fuerte ㅡ. Sí... tú eres el nuevo ángel. Tienes su marca en una de las muñecas.

Jeon se miró la muñeca derecha y, efectivamente; tenía la marca. ¡Y también sus alas!

ㅡ¡Pero! ¡Antes no estaban! ¡Cuando Luna se fue, mis alas y la marca desaparecieron! ¡Mis amigos creen que me he dado un golpe en la cabeza! 

ㅡEspera. ¿Se lo has contado... a otras personas?

ㅡ¡Claro!

ㅡEsta Selene... siempre igual ㅡsusurró mirando hacia un lado ㅡ. No puedes hacerlo, Jeongguk. Corren peligro. Y más si saben esto. No se lo puedes contar a nadie, ¿entendido?

ㅡ¡Pe-

ㅡ¡A nadie!

ㅡ¿¡Pero por qué!? ¡Yo estaba relajándome tranquilamente en el campo cuando de repente ocurrió todo! ㅡComenzaba a exasperarse. Y a llorar.

Maia suspiró y se sentó frente al ángel. 

ㅡJeonggukie... tranquilo.

Jeon trató de relajar su respiración antes de volver a hablar.
ㅡ¿¡Cómo quieres que me tranquilice con esto!? ¡No entiendo nada! ¡Renuncio!  

ㅡNo puedes renunciar a esto. No hay vuelta atrás, has sido elegido después de un gran estudio.

ㅡ¡Pero yo no me he apuntado en nada! ¿¡Cómo me podéis escoger en algo que ni sabía!?

Maia tomó por los hombros a Jeongguk y este le miró a los ojos, a aquellos de profundo cerúleo. 
ㅡRespira. ㅡLe dio una pequeña sonrisa. 

ㅡ¡No quiero respirar! 

ㅡDebes respirar. ㅡTras decir esto, Maia abrió los ojos en grande y sus ojos brillaron mientras su cabello se entrometía en su vista al mecerse.  

Jeongguk quedó hipnotizado con los ojos contrarios y comenzó a respirar profundamente hasta que su corazón se calmó, mas, sus lágrimas; no dejaban de caer.

La azul nebulosa comenzó a ser marina y, los seres que estaban por ahí, comenzaron a fijarse en Jeongguk con abatimiento.

ㅡNo entiendo nada, esto ha ocurrido muy rápido...  

ㅡPoco a poco irás entendiéndolo. En nada despertarás, por lo que no puedo explicártelo todo. Pero, básicamente, habrá una guerra celestial.  

ㅡ¿Y yo qué tengo que ver ahí?

ㅡNecesitamos a alguien de corazón puro para ganar contra Hades y los suyos. Además, tu entorno, es uno de sus blancos.

ㅡPero, ¿por qué? Sigo sin entender nada...

ㅡTranquilo, Jeongguk. Como he dicho, poco a poco lo harás. Y, estoy segura de que nos salvarás junto a nuestros aliados. 

Jeon abrió la boca en grande para hablar, pero, tras ver la sonrisa que le brindó Maia con ternura y todo oscureciendo, supo que estaba por despertar.  

Y así lo hizo. Despertó de un salto, literalmente.

Taehyung despertó asustado y dando golpes al aire, pero se calmó al ver a Jeongguk con algo que parecía un ataque de ansiedad en su primera fase.

ㅡKoo...

Jeon miró a su acompañante con ojos empapados de nebulosas oscuras y Taehyung quedó sin aliento al verlas.

El menor, rápidamente se levantó y corrió al baño, siendo perseguido por el mayor y Jimin, que pasaba por el pasillo, para encontrarlo vomitando en el inodoro. 

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