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-Narra Laia-

-Una semana después-

Había pasado una semana desde que conocí a los chicos y a decir verdad les estaba cogiendo cariño. Haechan era muy gracioso, siempre estaba metiéndose en líos junto a Ten y Yukhei. Había veces que entre ellos parecían tener una relación amor-odio, sobre todo entre Haechan y Ten, Yukhei era más neutral con todo.

Haechan siempre conseguía librarse de los castigos impuestos por los lios que ocasionaba, debido a su adorable forma de ser, era como un arma que sabia como, cuando y con quien utilizarla cuando a él se le antojara; aunque, bueno, eso tenía algo malo y era que más de una chica estaba detrás de él justo por esa razón, aunque a él eso no parecía molestarle, incluso diría que le encantaba tener la atención de tantas chicas.

Por otro lado, estaban Jaehyun, Yuta, Johnny y Taeyong, que se podría decir que eran los mas "normales" del grupo; comparados con los tres anteriores mencionados, eran muchísimo más tranquilos. Johnny y Taeyong, eran como los padres del grupo, siempre regañaban a Haechan, Ten y Yukhei por meterse en líos.

Mientras, Mark seguía en su línea, desde que nos habíamos conocido no habíamos cruzado palabra, nada más que una vez y porque Jaehyun le obligo a saludar. Era alguien realmente cerrado, incluso con sus amigos -o al menos eso parecía-.

-En la universidad-

Ya había terminado la primera clase, la cual era de algorítmica, y ahora me tocaba economía, asignatura la cual no se me daba demasiado bien, .- los números nunca habían sido mi fuerte -, pero bueno, algo me consolaba y era que por lo menos estaría con los chicos y la clase no sería tan aburrida.

Al llegar al aula, dirigí mi mirada a donde normalmente me suelo sentar con los chicos.

Me sorprendí al ver que solo estaba Mark en la mesa, me puse nerviosa, no sabía qué hacer, casi no había hablado con él, no tenía casi relación con él, aunque me llevara bien con su grupo de amigos. Finalmente, me llené de valor y fui hacia la mesa donde se encontraba.

-Hola. - Dije sin más y me senté, el solo me miro. No esperaba que me fuera a contestar.

-Hola. -Dijo él.

Me quede perpleja, ¿me había contestado?, ¿sin estar los demás aquí? esto es algo nuevo.
Yo le mire de reojo y sonreí de lado, no sabía porque, pero me sentía feliz de que me hubiera respondido al saludo.

-durante la clase-

Lo que quedo de clase estuvimos ambos en silencio, atendiendo a la clase, o bueno, -al menos yo si- , Mark se dedicaba a estar con el móvil en clase mientras escuchaba música.

Termino la clase y teníamos una hora libre, ya que el profesor de valores éticos, tenía una reunión de profesores -benditas reuniones...-.
Tenía pensado ir al campus central a hacer tiempo hasta la siguiente clase, ya que hacía muy buen día como para pasarlo dentro. Ya que había estado sentada con Mark decidí preguntarle si quería venir conmigo, aunque no hayamos tenido ninguna conversación núnca, no quería ser maleducada, estábamos en el mismo grupo de amigos.

-Voy a ir al campus central, ¿quieres venir? - Le pregunté.

El me miro y asintió.

Fuimos todo el camino en silencio, después de dar unas vueltas por el campus vi un banco cerca de la pista de atletismo desde el cual había unas bonitas vistas y decidí sentarme allí.

Me senté en el banco y estuve un tiempo mirando a las personas que estaban corriendo en el campo, pero entonces de un solo impulso y sin pensarlo mucho hablé.

- ¿Por qué no han venido los demás a clase? Esta mañana si estaban. - Le pregunte a Mark mientras yo seguía observado la pista.

Al principio hubo un silencio incomodo, e imaginaba que no me iba a contestar.

-A sido por culpa de Haechan. - Contestó él finalmente.

- ¿Qué ha pasado? - Pregunté y le miré curiosa.

-Lo de siempre, se ha metido en un lio; pero esta vez se ha pasado de la raya..., han ido los demás a ayudarle, aunque no creo que con eso sirva para salvarle del castigo. - Dijo él mientras observaba la pista.

No pude evitar reírme por dentro, Haechan siempre se estaba metido en un montón de líos, no lo hacía con maldad, solo lo hacía por divertirse, pero estaba segura de que esta vez le había salido mal la jugada.

-

El tiempo pasaba y yo seguía observando la pista de atletismo y la gente que iba por allí corriendo, de vez cuando miraba de reojo a Mark, el cual estaba mirando su teléfono móvil. En ese momento oí un ruido, era como un rugido, era leve, pero se había oído lo suficiente. Miré a Mark y vi como sutilmente llevo su mano a su estómago.

- ¿Tienes hambre? - Le pregunté mientras arqueaba una ceja.

- ¿Q-que? No, que dices. -Dijo él balbuceando.

-He oído algo rugir y por tu gesto se que a sido tu estomago, sé que tienes hambre. - Dije y él soltó una risa cansada.

Me puse a buscar una cosa en mi mochila y noté como el me miraba de reojo.

-Toma, cómetela, seguro que tú la disfrutas más que yo. - Le dije ofreciéndole una manzana que llevaba en la mochila.

-Ya te he dicho que no tengo hambre. -Dijo el mirándome serio.

-Claro que tienes, venga, no te hagas de rogar y cómetela. - Dije mientras seguía sujetando la manzana.

- ¿Y tú que vas a comer? Si me das tu manzana te quedas sin desayuno. - Dijo el mirándome fijamente.

Entonces yo saque una barrita de cereales de uno de mis bolsillos.

-Yo tengo esto, como ves no me voy a quedar sin desayuno, así que deja de poner excusas y comete la manzana. -Dije y al final el cogió la manzana.

-

Lo que quedo de la hora libre estuvimos los dos solos observando la pista de atletismo mientras nos comíamos nuestros respectivos desayunos.
Jaehyun tenía razón, aunque Mark casi no hablara con nadie y la mayoría de veces estuviera en su propio mundo, era buen chico.  

𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹 𝗼𝗿 𝗗𝗲𝘃𝗶𝗹 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora