Un hombre correteaba con su hacha llamada soledad cortaba leña con olor a uvas vivas por la mañana, y las consumía por la noche con un dolor paternal singular, que lo desprendía de la vida. Como el tren a las cuatro de las personas.
El humo gritaba en llanto por más aire que no había y el lloraba porque la leña mañanera rehuía.
Leña mañanera a las tres de la tarde y un tren pasa a las cuatro.
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las margaritas mueren en diciembre
Spiritualpoemas de un alma rota y pensamientos amontonados.