Día 1: Primera vez

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Y ahí estaba, otra vez, y lo estaría millones de veces más

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Y ahí estaba, otra vez, y lo estaría millones de veces más. No se estaba quejando, nunca lo haría. 

Era de mañana, el sol se colaba por cada rincón de la finca mariposa. Un pelirrojo, que recién había abierto los ojos, liberándose de el sueño que tenía a su cuerpo vulnerable, miraba a sus compañeros todavía sumidos en los brazos de morfeo.
No se fijaba en Inosuke, de todos modos no podía, su máscara no dejaba verlo, igualmente, ni tenía interés en eso en esos momentos.

Miraba a Zenitsu, el rubio en esa habitación, miraba su pelo brillar y moverse con la luz del sol y el leve viento mañanero, haciéndolo lucir mucho  más hermoso de lo que ya era normalmente. 

Quería levantarse a acariciar su pelo, o al menos verlo más de cerca, eso no lo dudo ni por un segundo.

En unos días, se recuperarían por completo y Shinobu Kocho los dejaría retomar sus labores como cazadores de demonios.

Si ya estaban tan lejos, que le impedía levantarse solo para ir del otro lado de la habitación ?
Se levantó de la cama y fue lentamente hasta la cama del otro lado del cuarto, todavía admirando al rubio, y una vez estuvo ahí, acarició su pelo ; era más suave de lo que pensaba, y se sentía mejor que en todas sus fantasías.

Sin previo aviso, su corazón comenzó a latir como todo un loco, su cara se puso en un ligero tono rojo, sus ojos comenzaron a brillar y comenzó a sentir una necesidad de protegerlo por el resto de sus días, como el rubio protegió sin dudarlo aquel día la caja de Nezuko.

Sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal cuando el rubio tomo su mano y la  coloco entre su cabeza y su almohada, acomodándose

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Sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal cuando el rubio tomo su mano y la  coloco entre su cabeza y su almohada, acomodándose.

Miro a su alrededor, para ver qué nadie les estuviera viendo, mientras que el colo de sus mejillas aumentaba.
No quería despertar al rubio, pero quería soltarse de el.
Lentamente, comenzó a sacarla, con el cuidado para no hacer ningún movimiento brusco que pudiera despertarlo.

No fue muy efectivo, ya que cuando casi tenía el objetivo frente a el, el rubio volteo su cuerpo, dejándolo justo donde comenzó. 

Tanjiro, simplemente se rindió, si llegaba Aoi o Zenitsu despertara  ya vería que explicación darles. Suspiró y volvió a mirar al rubio, al menos podría verle más tiempo...

Dirigió su mirada a los labios del rubio, poco a poco deseandólos más, deseando unir los labios de ambos, deseando sentir su sabor, sentir su aire mezclándose, lo deseaba tanto que cuando se dio cuenta, ya lo había echo, ya lo había besado. 

Esa agradable sensación no le duró mucho, no hasta que el rubio tomo sus mejillas, correspondiendo el beso. De la sorpresa, se separó del rubio, rompiendo el beso, también sacando su mano.

- Te estabas tardando, Tanjiro - Hablo, pasando su pulgar sobre sus labios con una leve sonrisa.

- T-tu no estabas dormido ?!- Pregunto  exaltado el pelirrojo, sintiendo sus mejillas ardiendo.

- Al principio lo estaba - Se sentó en la cama, mirando divertido al pelirrojo, seguidamente un puchero - Sabes lo que acabas de hacer ? -

El pelirrojo lo miro confundido, sin captar lo que intentaba decir, volvió a hablar

- Te acabas de robar mi primer beso-
Dijo,  haciendo que el pelirrojo se apenara más. También había sido el suyo

 También había sido el suyo

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