dont deal with the devil. -Taekook.

-onu.

Caminó con expresión inecrutable, sus cejas estaban rectas y con manifiesta incredulidad, entornó los ojos inadvertido a los individuos frente suyo.
Un rubio de piel translucida lo sacó de sus pensamientos que rodeaban su agíl mente, el pelinegro divisó su vista por encima de su hombro, y con escepticismo el rubio comenzó a hablar

—Pareces enfadado, ¿no tuvíste un buen día?

Con subíta impaciencia, el pelinegro hizó un mohín ironico

—No exactamente, estoy devatiendo con unas cuantas cosas.

El rubio ladeo su cabeza con una sonrisa terriblemente hermosa, de modo en que caminaban y las nubes avanzaban, el mas bajó no parecía interesado en preguntar mas sobre el, lo miró finalmente con desdén suspirando con vacilación

—Jimin, ¿necesitas preguntarme algo?

Refunfuño captandó la atención del rubio, su postura se volvió mas rigída e inquirió

—uh— Empezó mirando al frente, con una sonrisa aniñada decorando. —, Puede que una cosa.

El rostro del pelinegro se crispó, sus ojos penetrantes analizaban cada estructura de aquella torre turística, alta y con forma de punta.
Jimin al sentir el silencio se vio obligado a seguir con su palabra

—Si me permites opinar, creo que deberíamos irnos de aquí. — El rubio miro de reojo las próximas expresiones de el pelinegro, supó que la irritación iba venciendo con cada segundo que pasaba, arremangó sus mangas y su voz salió llena de pánico
—¿Porque crees?
Su expresión se endureció y su intento de prestar atención comenzó a facilitarse
—Cada vez es mas difícil, deberías hablar con Yoongi, me dijo que había problemas alrededor.
Informó, el mas alto atendió la situación y volvió a retomar su paso insacente
—Te lo agradezco.
Señalo sin nada mas que decir.

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El transcurso hacía aquel lugar fue algo insoportable, ya que cuyo cielo era gris, en conjunto con nubes que amenazaban lloviznar, fue fácil localizar el edificio que se hallaba en medio de aquellos locales humanos llenos de estruendos, claro que está vez no había una humeda neblina que lo ayudara a pasar desapercibido como otras situaciones, sin embargo era obvio que su única y última opción era caminar y no ser sospechoso, al menos.

En el intento de distraerse, el tiempo simplemente se volvió cauteloso y más detallista, podía escuchar cada situación que le ocurría a cada individuo que pasaba, ostentoso daba unas cuantas miradas de lujuría y sin intenciones de hacer un espectáculo ahí mismo.
Ahíto de los mismos inadvertidos sin ningún interés por parte suya, decidió que lo mejor sería alargar su camino salvo a que tardará más.
La avenida se encontraba sola y húmeda, ninguna persona alzó la vista hacía el, y eso agradeció.
Mientras condecedia un sentimiento se incrustó en su cuerpo, sus oídos asimilaron agudizarse y todo a su alrededor fue mudo, nada se movía lento como hace unos minutos, más bien, el flujo de adrenalina le dío el lujo de escuchar su sonido favorito, un corazón bombeando con fuerza.
Busco con sus pupilas dilatadas el dueño de aquella energía y olor que lo atraía, sin ninguna explicación, como otra persona antes.
Su intento de preguntarse mentalmente si una persona era tan capaz de hacerlo sentir de esa manera le frustraba, sin duda.
Después de juzgar cada rincón de aquella avenida, sintió un extraño calor que lo hizo elevar la mirada involuntareamente, un castaño de hebras largas corría abruptamente, unos labios finos de terciopelo dejaban soltar cansados jadeos, las gotas de sudor recorriendo su cuello grueso y brazos. El instinto que lo estaba impulsando a tomarlo ahí comenzó a traicionarlo, una ola derrumbo su mente al sentir que el hombro de aquel ser tan débil había golpeado su pecho, por desgracia el olor se alejaba, limitándolo a mirar detrás de su espalda.

Aturdido del acontecimiento pasado, de nuevo permanecio en su camino mientras una que otra vez su cabeza recordaba a ese mortal que tenía intención de corromper.
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—he llegado a un punto en el que he invertido un enorme esfuerzo personal por mantenerlos vivos, a ellos les afecta mi presencia, todo de mi, les otorgo la comida que quieran mas sin embargo, lo único que parece ser importante para ti es follar con personas y despreocuparte por esta zona.—

Su tono de voz grave yacía en rugidos espectrales, su vista era sosegada por la molestia y pudo contemplar como su contrarío parecé perturbarse a la luz de la luna, sus ojos cambiando de un intenso color miel a un cerezo opaco, algo de forma no habitual en el.

—Limítate a reprochar y recuerda las veces que tu haces lo mismo, sabes que la connotación de energía es algo fundamental.
Defendió.
—Quíero decir, ¿eso es indecente para tí?

Súbitamente retórico, se aproximó amenazante a él, su cuerpo eludía y el cielo comenzó a rugír, las linéas de electricidad formadas en aquel mar oscuro llenó de nubes.

—No soy imparcial con las opiniones, pero cuando intentan desobedecerme…
Obstinadamente lo interpusó entre la pared, evidentemente contuvo todo su enojo para no cometer una tontería.
—Puedo matarte con facílidad y no me arrepentiría, pero admitó que carezco de tu ayuda, y puede que me hayas salvado la vida unas cuantas veces.
Lógicamente añadío con rudeza, se separó de el y Yoongi ignoró el problema pasado con una mueca fría de aprensión.

—Me quedaré y haré mas ojo critíco, ¿eso es suficiente?
Masculló, el eco resonaba por aquél hotel, el pelinegro ladeo con gracia.
En realidad, puede que lo tuviera un poco de afectó.
—Eso es suficiente, gracias.
Dijo saliendo, sus botínes sonaban débilmente con cada paso, Yoongi lo miró de espalda y casí de inmediato lo imitó.
—Siempre que quieras.

Parecía que todo seguía igual, ya que unas voces intolerables inhundaban sus oidos, su instintó lo detuvo y sintío la enorme tentación de intuitivamente volver al caminó en donde se topó al azabache, negó al reflexionar ese ultimó pensamiento que cada vez se hacía mas intenso.
Al pasar los segundos dependío por complento de su elección o su instinto, su decisción fue tomada antes de ser consciente de ella, con sigilo siguió el rastro del olor embriagador, aquella oleada de calor volvió a hacer acto de presencia y ya se encontraba caminando hacía él.
Arbóles tristes bañados de agua de cielo estaban frenté suyo, el olor se limitaba ahí, se dispusó a quedarsé de pie mientras juzgaba la construcción y dedicó el esfuerzo en su mirada esperandó algún movimiento.

Impacienté, se convenció que debía alejarse y asimilár la probabilidad de olvidar aquella perspectiva de volver a verló, pero, un estremecimiento lo recorrió al mirar al azabache levantandose somnoliento, dando recorridos aproximadamente de cinco minutos en un patrón repetidó, exhaló varías veces, y sus venas ardieron entre su sangre, ferozmente apretó su mandibula para controlarse.
Mantuvo la mirada fija en sus ojos, y no se preparó mentalmente al ver que el de piel palída se acercaba a la ventana.

Y ahora, lo que por mucho tiempo juró no intentar, ocurrió:

Y se adentró en sus sueños.
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Holaaaa 😔✊ esté capítulo me encanto como lo narre, bue, seguiré escribiendo y redactando, espero no tardé demasiado ya que quiero que sea larga.