La Fiera

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MANSIÓN NAMIKAZE

Al día siguiente del altercado en la feria, se escuchaba un estruendo en una hermosa mansión color blanco perla rodeada por un impresionante jardín, no siendo la primera vez que un escándalo resonara en esa casa. Saliendo de su habitación caminaba nervioso el patriarca de la familia, Minato Namikaze, banquero adinerado, respetable y viudo, se encontraba vestido elegantemente para asistir con sus hijos a una regata en el río que adornaba Konoha. Minato baja por las escaleras impaciente por la demora de los jovencitos ya que detestaba esperar y llegar tarde a eventos.

- ¡Naruto y Menma! estamos retrasados y la regata debe estar por comenzar, bajen rápido.-

En eso se oye un estruendo desde el segundo piso como de porcelana rota haciendo estremecer al banquero, cuando cesa, un joven muy hermoso sale desde el pasillo de las habitaciones acompañado por el ama de llaves de la casa, una mujer madura de cabello rubio que también es la nana de los chicos. Bajan las escaleras y Minato le sonríe con ternura al menor de sus hijos.

- Vaya hijo, que bien te queda ese atuendo, la yukata combina con tus ojos te ves muy lindo.-
Menma Namikaze lucía una yukata sencilla para la ocasión pero muy hermosa, su figura de doncel le favorecía y contrastaba con su cabello pelirrojo y sus ojos gris-violeta. Su personalidad reflejaba el gran respeto por su padre y su aceptación a la vida que cada doncel debía adoptar en el matrimonio. Ante el comentario de su padre sus mejillas se sonrojaron y le dedicó una tierna sonrisa de agradecimiento, se sentía muy orgulloso de ser un doncel y buscaba comportarse siempre como tal. Minato por su parte volteó la mirada al segundo piso llamando a su hijo mayor.

- Y tu Naruto, baja pronto -

(CRASH!)

- ¡Y deja ya ese escándalo! te prohibí romper la vajilla. - Exclamó Minato de mal genio y Tsunade, su ama de llaves, trato de calmarlo.

- Naru está nervioso, se enteró que usted quiere que conozca a un joven en la regata, es una fiera cuando escucha hablar de matrimonio.-

- Lo de siempre papá, Naruto nunca piensa en novios - Dijo Menma.

- No puedo dejar escapar a ese pretendiente, se acaba de muda a Konoha y no conoce la fama de fiera de Naruto.-

- Pero papá, yo soy quien más se perjudica con todo esto ¿Por qué no me deja tener novio y casarme?terminaré por quedarme solterón.-

- Es la ley de la vida, el doncel mayor se tiene que casar antes que el más joven - Le explica Minato a su pequeño con dulzura.

- Pues esa bendita ley que dice solo me complica la vida.- Refunfuña el pelirrojo. Otro estruendo sobresalta a todos y Minato pierde la paciencia.

- ¡Naruto Namikaze, si no vas a la regata te quemaré todos los libros! – En ese momento un pequeño de unos 10 años aparece desde el pasillo y se para frente a la escalera desde el segundo piso.

- Señor Minato, estaba con mi padrino en su cuarto, me manda a decirle que está muy enfadado pero que si irá a la regata, va más tarde pero de que va, va. Lo asegura con su palabra de honor. –

- Espero que no estés mintiendo Konohamaru o te mandaré a freír las orejas en aceite - Minato observa algo divertido la cara atónita del pequeño pero asume una actitud muy seria y firme para hablar en voz alta.

- Hasta hoy no has faltado a tu palabra de honor Naruto, confiaré en ti, pero espero que no tardes porque sino yo...CIELO SANTO!!! –

Horrorizados todos se agacharon ya que un florero salió disparado desde el pasillo y se estrelló aparatosamente en el suelo de la sala haciéndose añicos. En eso se oye una voz desde uno de los cuartos que vocifera.

Tomates y GirasolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora