Sociedad equivocada

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Konoha, ciudad del País del Fuego

Una hermosa y fresca mañana saludaba a la magnífica ciudad con la
promesa de un día cálido, cada uno de sus habitantes se preparaba para sus
actividades y oficios a cumplir.

- Con calma Tempestad, llevamos una carga muy valiosa-

Así le decía a su caballo un joven de hacienda que iba sentado en la carreta, que era jalada por aquel equino de hermoso pelaje. Iban camino a la feria del centro de la ciudad como todas las semanas, ese día parecía igual que siempre pero no era así. A unas pocas cuadras del lugar, se estaba concentrando un grupo de personas que llevaban muchos volantes, marchaban por el medio de la calle gritando al unísono.

== ¡Todos somos iguales! - ¡Mujeres y donceles independientes! ==

No paso mucho para que, al doblar una esquina, se toparan de frente con
la carreta del joven asustando a su corcel que se encabritó dando un potente
relincho que paralizó la manifestación.

- ¡Calma, calma Tempestad! Vamos tranquilo.- exclamaba el joven.

Hasta que pasados unos minutos donde solo se escuchaban los gritos de la gente y el rechinar de la carreta, el caballo dejó de encabritar y relinchar aunque aún piafiaba nervioso ante la multitud que estaba revuelta pero no disuelta.

- Señor Uchiha ¿se encuentra bien?- pregunta un aldeano.

Bajando de su carreta, Sasuke Uchiha levanta la vista hacia el muchacho y hace un gesto amigable indicando que esta bien, pero su semblante se puso serio al ver parte de su mercancía esparcida en el suelo.

- ¡Vaya problema! ¡Deberían andar por las aceras y no por el medio de la calle
asustando a los caballos!- Exclama furioso a las personas de la manifestación.
Escuchó acerca de las protestas un grupo de mujeres y donceles de Konoha
pero no lo había presenciado hasta ahora.

El líder y organizador miró fijamente a Sasuke antes de vociferar con ira, era un doncel de apariencia delicada pero con personalidad fuerte y mucho carácter; Namikaze Naruto era su nombre.

- Ya deja de cacarear y cierra la boca. Además, arruinaste nuestra manifestación por la igualdad para mujeres y donceles, defendemos la causa por los derechos que los machistas como tú nos niegan.-

- Ah jaja se bien de lo que hablas, eres de las que piensa que pueden ser igual a los hombres ¿verdad?.-

- Por supuesto y claro que podemos! - Exclama muy ofendida el doncel.- Mujeres y donceles merecen los mismos derechos y oportunidades.-

- Ya quisiera ver que un doncelito delicado como tú hiciera labor de hombre, pero dudo que cuerpecitos tan frágiles puedan soportar media hora de trabajo.- Sasuke enfatizaba cada palabra provocando indignación en la manifestación y risa en la gente alrededor.-

- ¡Pero que falta de respeto! Como se ve que no tienes educación, eres un absoluto e incorregible machista y un egocéntrico.- Naruto temblaba de furia y
sus ojos eran amenazantes.

- Calma calma fiera brava, ya que tanto quieres trabajar como lo hago yo ¿por qué no recoges conmigo los tomates que se cayeron de mi carreta? puedo hasta obsequiarte unos para que pruebes algo de calidad.-

- No muchas gracias SEÑOR Uchiha - Respondió Naruto con tono sombrío - Tengo mejores asuntos que atender que perder mi tiempo con un patán machista.-

Asombrado y divertido, Sasuke observa como el grupo reanuda su marcha a paso firme por el lado contrario de la calle, mientras las consignas se hacen cada vez más lejanas, va recogiendo las cajas que cayeron de su carreta cuando Tempestad se encabritó y evalúa los posibles daños.

- Por suerte estas cajas son resistentes. Ah caramba! si esto pasa por un grupo buscando tomar el control, sería un desastre si lo tuvieran de verdad.- Luego de acomodar su mercancía, Sasuke subió a la carreta para seguir su camino a la feria antes de que algo más pasara.

Tomates y GirasolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora