Yo: Mierda-dije agarrándome la mano
Diego: ¿ahora que te sucedió?
Yo: ¡nada joven! –mientras salía sangre de mi mano
Diego: ¿te cortaste?
Yo: si, pero fue algo pequeño
Diego: ¡que torpe eres! Déjame ver
Yo: No, no se preocupe solo fue una pequeña cortada
Diego: que me dejes ver
Yo: *le mostré la mano*
Diego: no fue algo pequeño, está bien profunda, déjame te hago una curación
Yo: no, no hay problema ya pasara
Diego: ya dije que te haría una curación y punto
Diego saco el botiquín de primeros auxilios, limpio la sangre de la herida, me desinfecto y me vendo
Diego: ¿Mucho mejor?
Yo: si, muchas gracias
Diego: bien, entonces termina lo que estabas haciendo y limpia bien toda esa sangre
Yo: si señor
Me levante de la mesa y procedí a limpiar todo, cuando por fin termine
Yo: ¡listo! Con permiso que descanse
Diego: ¡espera! Caliéntame un poco de leche
Yo: Mmm… si señor
Diego: pero es para ya
Empecé a calentar la leche, notaba como Diego me miraba de arriba abajo, termine de calentar la leche y le serví
Yo: mire joven
Diego: gracias
Yo: con permiso
Diego: ¡no espera! Tienes que esperar a que termine para que laves el vaso
Yo: joven pero
Diego: ya dije algo
Yo: como usted diga
Me senté en la mesa nuevamente a espera que Diego terminara, se tardó un buen rato, cuando al fin termino ya el sueño me estaba matando
Diego: listo, lava el vaso
Yo: si señor
Mientras lavaba el vaso Diego se me acerco por detrás poniendo sus manos en mi cintura
Diego: te dije que te iba a ir peor
Yo: ¿porque? Porque usted me trata asi -dije volteándome quedando muy cerca de él
Diego: porque asi se les debe tratar a chicas como tu
Yo: soy un ser humano como usted aunque sea una sirvienta merezco respeto
Diego: bueno de todas maneras tienes que obedecer lo que yo diga
Yo: eso trato, pero usted se porta muy mal conmigo, ¿porque solo conmigo? ¿Qué le hice yo?
Diego: porque contigo pasa cosas distintas
Yo: ¿qué cosas?
Diego: que tú eres muy ilusa e inocente
Yo: ….
Diego: aunque no dejas de estar bien sexy -dijo apretándome hacia el
Yo: joven no haga esto
Diego: y si quiero ¿qué?
Yo: no lo entiendo, usted dice que soy una ilusa pero aun asi hace todo esto
Diego: ¡Sabes que! Mejor vete a tu habitación
Yo: con permiso
Salí rápidamente a mi habitación, cuando llegue, Lalo ya estaba dormido, asi que lo arrope, le di el beso de buenas noches y me tire a su lado
*Pensando*
“¿Porque? ¿Porque me tiene que pasar esto a mí? Hay papitos, ¡como me hacen falta! Todo fuera tan distinto”
Pensando en aquello, quede profundamente dormida, cuando me despertó el sonido de la alarma
Yo: Lalo, hora de despertarse
Lalo: ¿tan pronto? ¿Puedo dormir otro ratito?
Yo: no Lalo, ¡levántate ya! Recuerda que hoy empiezas escuela nueva
Lalo: sí, es cierto, ya mismo me arreglo
Yo: ¡dale!
Lalo se levantó, empezó a arreglarse, yo igualmente, cuando hube terminado empecé a arreglarle el cabello a Lalo
Lalo: Fran ¿Qué te pasó en la mano?
Yo: ah nada malo, solo una pequeña cortada
Lalo: ¿y con qué te cortaste?
Yo: con el cuchillo, pero fue muy pequeñita
Lalo: Ok, ¿Por qué Diego no me dejó ayudarte?
Yo: es que a él no le gusta que los niños trabajen
Lalo: pero yo no estaba trabajando, te estaba ayudando
Yo: pero ayudabas en mi trabajo
Lalo: sabes a veces pienso que Diego es muy malo
Yo: No, él no es malo, él es muy bueno, solo tiene un carácter fuerte
Lalo: ¿cómo te trata él?
Yo: …..
Lalo: ¿qué pasa?
Yo: ah no nada, estaba pensando en otra cosa, el me trata muy bien, nunca me ha tratado mal
Lalo: entonces es buena persona
Yo: si, pero vamos muevete que llegamos tarde
Lalo: ya estoy listo
Yo: bueno vamos
Salimos con Lalo, lo lleve hasta la puerta donde estaba Jairo esperándolo, ellos partieron y yo regrese a la cocina
