Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.Poema de la despedida.
José Ángel Buesa.Sus ojos se posaron en la pantalla de su ordenador, leyendo con sumo cuidado lo que se hallaba escrito en aquella página web a la que había ingresado a causa de un error de click con su mouse. Sin poder evitarlo, sus labios se curvearían ligeramente, formando así una suave y casi imperceptible sonrisa amarga ¿cuanto más se tenía que burlar el destino de ella? Se cuestionaría internamente, pasando una de sus manos por entre sus cabellos castaños, buscando de manera ciertamente inútil el dejar de pensar en todo lo que había sucedido.
Hacía ya poco más de un mes que la feliz pareja había anunciado su comprimido abiertamente a sus allegados, siendo que obviamente hubo reacciones variadas pero ¿que se le podía hacer? Entre esas reacciones estuvo ella, acabando por gritarle con furia a la que era su persona más importante.
Pero no la mal interpreten, el tema del compromiso no era un problema en sí para ella, de hecho, si al que amaba se le daba por tener otra vez un poco de cordura y le pidiese matrimonio, ella aceptaría gustosa, así mismo haría de todo para acelerar el proceso de matrimonio, así fuese únicamente un matrimonio sustentado por la ley, nunca se vio detallista en cosas como la religión, mientras fuese el método más rápido sería mejor para ella.
El problema radicaba única y exclusivamente en las personas que se irían a casar en cuestión, aunque estaba de más él mencionar que quizá retrasaría o aplazaría aquella fecha de esos dos, por algo es que se había esmerado hasta ese punto de su vida en crear contactos y hacer mandados a las personas de la alta sociedad.
Como miembro de la RFA se había ganado una buena reputación, siendo mayormente la que se encargaba de convencer a los invitados para que asistiesen a las fiestas en las que se recaudaban fondos para diversas labores sociales, mientras que los demás de RFA -a excepción de su rival- se encargaban de hablar primeramente y conseguir contactos de manera superficial.
Aún recordaba con cariño aquellos días en los que solo eran 3, cuando no había nadie en su camino, cuando las sonrisas de aquel ahora hombre eran únicamente suyas y solo las compartía con el amigo de la infancia de este.
Para ella, él significaba nada más que un sol, el amor que tenía por él no se basaba ciegamente pese a sus pensamientos, era perfectamente consciente de los defectos de aquel, el como miraba a esa chica, él que había mezclado el significado de lo que realmente era amor a lo que es obsesión.
Porque ella se podía dar cuenta que él únicamente estaba confundido, ya que le conocía mejor que nadie y, cuando le intento abrir los ojos, él simplemente la observó con asombro y cierto desprecio.
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Change your mind
FanfictionEn un mundo en el que se respira la hipocresía, solo ellos dos podían ser completamente sinceros y así, cambiar su propia mente. _____________________________ Los personajes no son míos, son propiedad de Cheritz Universo Alternativo.