Déjalo ir

"Nada es eterno, y estoy seguro que el amor se acaba tarde o temprano, hay que aprender a dejar ir las cosas que te lastimen aunque las amén, en esta vida todo es temporal nada esta con nosotros eternamente, solo el tiempo necesario, somos piezas intercambiables, hay que aprender que hoy se puede estar aquí, y mañana no".

Después de tantas promesas, hoy ha decidido dejarla, aquel, ese que juro estar con ella siempre, aquel que con detalles y sonrisas le robo el corazó.
Ha escogido dejarla a su suerte, sin importarle la intensidad con la que ella aún lo amaba, con la pasión desbordante de su amor.

Anonadada y nerviosas, buscaba las palabras correctas para lograr convencerlo para que se quedase con ella, los pasos despampanantes de la tristeza se oían a lo lejos, la desesperación vio la oportunidad y la acogió entre sus brazos tibios.

¿Como puede ser posible que a pesar  de todo lo que ella te ha dado, todo el sacrificio, los malos tratos, los ratos bochornosos, que ella ha soportado por amor, el decida irse? La insensibilidad podia más que su amor, con dolor pregunto; ¿Acaso ya no me amas? ¿Ya no soy suficiente? ¿Donde está el amor que juraste tenerme? ¿Por qué me haces esto? Me duele...

El silencioso sólo observaba, mientras terminaba su maleta, el silencio golpeaba a gritos su corazón sin piedad, ya se había tomado la decisión, y le guste o no, abandonarla era lo que el quería, sin importar cual eso implicaba dolor y sufrimiento para ella.

Llego la noche y con ella el vacío, se fue y jamás volverá, se encerró en su cuarto, y en la oscuridad estaba, miles de preguntas en su cabeza, de un lado hacia otro con velocidad avanzaban, sin poder hacer mucho, triste y desolada, el mundo se le venía abajo, lloraba sin cezar, hasta quedarse dormida, de repente se levantó y dio un suspiro, cogió su móvil y le escribió;

¿Dime como puedo estar sin ti?

La respuesta jamás llego...

Las noches se hacían eternas para ella, los mares de lagrimas infinitos la ahogaban, los recuerdos a flote hacia la deriva, ella buscaba consuelo y abrazaba muy fuertemente la almohada, tratando de juntar su corazón que yacía en miles de pedazos, poco a poco perdía la razón había perdido completamente la esperanza de recuperar su amor y de evitar de que él se marchase.

La noción del tiempo era relativa, el encierro en su habitación no permitía saber si era día o noche, todo era oscuridad, estaba atrapada en un circulo repetitivo de dolor puro del cual él era el único que podría sacarla de ahí o eso pensó ella.

Los días lentamente continuaban, él ya se había marchado, pero ella no lo asimilaba aún, ella dejo de comer no tomaba ni una sola gota de agua, en su cama todo el día recostada se encontraba, dejo las clases, dejo de tocar su violín, andar en su patinete, prácticamente dejo de vivir.

Su único consuelo era su almohada la cual abrazaba muy fuertemente con esos hermosos ojos azules cristalizados por la ausencia, por la desesperación, por su gran amor.

Pasaron varios meses, el verano llego a su fin junto con su amor, el cruel invierno llegaba para hacer llover en su vida, el núcleo del universo era ella y no lo se daba cuenta, a consecuencia de ello mientras ella sufría en su cuarto a luces apagadas, el universo se caía a pedazos, los planetas dejaban de girar, las estrellas se apagaban, colisiones masivas entre cometas, asteroides y meteoritos, las galaxias cocaban unas con otras, el agujero negro de su corazón consumía todo muy lentamente, cada lagrima derramada era una estrella perdida en lo más recóndito del cosmos.

Él llevaba mucho tiempo de haberse marchado.

Por momentos el tiempo se detenía y el espacio desaparecía, cada vez el  dolor era más y más fuerte ya casi no podía abrir sus ojos de tanto cristalizar de tanto estar sumergida en oscuridad constante de tanto rogarle a la luna, de pedirle a Dios que él regresara, más aún no sabiendo que él ya no estaba, ya hace tiempo se había marchado lejos.

Llevaba muchas noches sin dormir, hasta que el cansancio la tumbo, cayo en un sueño muy profundo, acompañado de un sueño revelador, en el cual se visualizaba ella en un jardín sin fin, un pasto muy verde arboles frondosos llenos de frutas acompañado de un arcoiris hermoso y un ser que de lejos la observaba.

El ser estaba estático observándola muy misterioso, lo cual le generaba muchas interrogantes, hasta que ella decidió acercarse y matar la curiosidad de una vez por todas.

Al acercarse cada vez más pudo notar que su rostro era algo luminoso tanto así que no podía verlo con facilidad a la cara, era prácticamente imposible.

Ella continúo avanzando hasta que llego donde aquel misterioso sujeto, cuando lo tenia frente a frente, el sujeto misterioso le dijo unas palabras antes de que ella empezara a cuestionarlo, él de dijo;

"Aunque creas que ya nada tiene sentido, aun lo tiene, aunque creas que el agua se ha evaporado por completo, créeme aun hay agua, aunque el sol se oculte y no puedas verlo no te preocupes el aún sigue ahí, aunque este el dolor en ti y creas que el amor ya murió, tranquila, aun vive el amor muy dentro de ti, solo porque él ya no esta no significa que tu no estas, no pertenecemos a nadie y nadie nos pertenece, todo es un momento de compañía momentánea se termina muy brevemente en un abrir y cerrar de ojos que deja de existir de un día a otro, pero en tu mente quedara siempre viva y latente, no puedes retener el agua ella siempre encontrara la forma de seguir con su camino, eso pasa con el amor, se te presta por momentos cortos y en afortunadas veces por momentos un poco extensos pero que siempre se va, porque su destino es nunca quedase. Tienes que aprender a vivir con y o sin él, si le toca irse no lo detengas deja que fluya como el viento, que continué con su travesía, y tú con un paso adelante siempre, siempre que el te visite aprenderás algo nuevo, porque créeme te visitara más de una vez en la vida, no desesperes, no sufras tanto, disfrútalo que es mi regalo para la humanidad misma.
Y en cuanto a él no dejes que te afecte su partida no lo hagas, si quiso irse déjalo que se marche y que no regrese, no intentes detenerlo, eres mil veces mejor que él, eres lo suficientemente hermosa para el universo aunque él no lo acepte, no derrames lagrimas por alguien que no te valora y que jamás lo hará, vales mucho más que el todo, mírate al espejo, no necesitas al universo, el universo te necesita a ti".

"Eres la obra por excelencia del universo, el cuadro perfecto de Dios".
                                                     
 Amante Taciturno.