Parte intítulada, segunda

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Siendo una araña era fácil moverse, fácil escabullirse, pero era complicado mirar la luz del dia.

Ya me había acostumbrado a percibir y dominar aquella cosa que hacía que me arrojara hacia un lado, cada vez que un zapato inclemente intentaba machacarme.

Vivía primero en un campo, extenso y con otras habitantes parecidas a mi, pero esas eran tan raramente diferentes, tenía yo las patas gruesas, y ellas las tenian delgadas, ademas ellas se amontonaban, como queriendo formar una sola en su nido, o en una rendija, o en una acogedora mazorca de maiz, pero que siempre se les caía cada vez que iban a cosechar.

Yo estaba sola, y me gustaba sólo mirar, y tejer, como una anciana, y me pasaba el rato en el campo tratando de morir, aunque no supiera ni pensaba que me moriría, lo esperaba ansiosa y ya hasta me salía automáticamente.

aunque algunas veces volvían esos como pensamientos fugaces brillantes, que hacían que se me brotaran los ojos de asombro, por lo mágico que era, como si me estuviera hablando dios y se me revelara uno de los secretos que se escondían atrás de las cosas que hacía, como vivir.

me alimentaba del sol y de los bichos que se asomaban en la cueva en la que descansaba .

tejia durante las tardes, disfrutaba tejer, sabia que ese era el legado que iba a dejar al morir. me sentía orgullosa de la dureza de mis telares, tan fuertes como el acero y resistentes.   

pero eran demasiado delgados, como mi propia vida. y sin darme cuenta, las ocho patas ágiles comenzaron a ser lentas, creia que era por falta de alimento, confiada en la capacidad sobresaliente por poder pensar y poder ver, con mis ocho ojos a diferencia de las demas.

pero los desmedidos 5 años que llevaba sumida en el mismo campo, por miedo a los horizontes, me hicieron parecer a esa traza de telaraña que se llevó el ventío, y como ella fui a parar en las fauces de una serpiente.

y ahí estaba, de nuevo dentro, otra vez en ese ensordecedor estruendo, fuego, bocanada de humo abrasante y muerte, anhelada, preciada y dulce. al menos eso era lo que esperaba.

Undose CurvaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora