La maldición

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Cada noche de desvelo, de un insomnio cruel, me deja pensando, uniendo ideas que en otro momento no pensaría van juntas,  cada momento en éstas noches me arroja un poco más a la locura, pensar en ella, cosa bella cosa hermosa, pensar en su ser en su divina presencia, y al mismo tiempo pensar en los celos, ese oscuro fantasma en mis adentros que golpea la puerta para entrar y romper todo lo que hay, diciendo una y otra vez "está con otro", una frase que como taladro perfora mi mente y hace añicos mi ser, ya lo sé grito en silencio en mis aposentos, ya sé que estoy solo, y ella siempre estará acompañada, intento calmarme, ya casi son las 2 a.m.,  mi mente sigue inquieta sigo tembloroso, los tragos de coñac sirven un poco mientras la luz de la luna atraviesa las finas cortinas en mos ventanales, se escucha el viento entre los árboles hablando hablando, hablando de ella, diciendo su nombre, una y otra vez, cierro con fuerza la ventana espero se rompa en mil pedazos, sin embargo resiste la fuerza que a mi parecer es desmesurada pero en realidad es la fuerza de un débil por el licor y por el sueño, vuelve esa voz en mi mente vuelve a decirme, "está con alguien jamás estará contigo" los relojes de mi habitación resuenan todos en distinta hora,  la chimenea casi se agota la leña, y la luz mengua, apago los relojes, de nada sirve el tiempo sin ella, de nada sirve saber que día vivo, si sólo espero el momento de la muerte. Intento calmar las ansias de buscar ese objeto, pienso en otra cosa busco un libro sin embargo no hay libros aquí  y la luz ya se ha ido, espero la mañana esa dulce mañana que siempre calma mi pesar.
Hoy la vi, toda hermosa toda ella, mis manos aun recuerdan sus manos y su tersa piel, su franca sonrisa, su preciosa mirada, su blanco vestir y su melodiosa voz, calma mi mente los recuerdos. Dejo de temblar para poder tomar otro trago, sabrá ella lo que siento, sabrá ella el amor que le profeso o como un tonto enamorado sólo hago tormentas en la mente,  ella seguro no le importa ella seguro me olvida. Y como podría ser eso, no es una mujer simple, la conozco de tiempo atrás, veo su mirar la bondad pero la fuerza. Mis pensamientos de apoco se calman... y de repente el súbito sonido del reloj el único que va acorde, el único que me mantiene cuerdo, marca la hora 2 a.m.,  y con esas campanadas vuelve la realidad ella es féliz y no es conmigo. Estoy harto de la realidad, estoy harto de la verdad. Desperdicié mi vida buscando lo que siempre estuvo ahí y hoy pago esa pena. Siempre la amé pero nunca hice algo, hoy mi mente ya no aguanta, hoy los árboles me hablan, me susurran los secretos que antes ocultaban, saben lo siento, hasta la luna brilla más, mi ser está deshecho, perdí tantas veces la batalla en mis pensamientos que ya no tengo escape. Tomaré un lápiz y papel, escribiré una carta a mi amada, a mi amor.
"Amor mío
Mi querida amiga
Durante tanto tiempo, he mentido a mi ser y a tu persona que a veces creo que fui un farsante, por tanto tiempo sentí algo que creí  no debía y que no era real, hoy al final de todo se que lo que siento es amor, un amor mas puro y real del que sentí por cualquier otra chica, del que sentí por mi trabajo o por cualquier arte, te amé tanto que ni siquiera podría enumerar las razones. Lamento sepas esto en este día, el día de tu boda y el día de mi muerte, así lo decido pues ya sin ti no hay vida para mi. Te amo y siempre te amare.

Siempre tuyo
Anónimo "

La termino con algo que ella sepa para que no crea que es mentira, el cansancio nubla mi mente me hace dudar. Pero no hay nada que dudar, desde que me entere, por su propia voz de su boda, mi vida se ha desmoronado de apoco. Y ya no hay marcha atras, con las primeras campadanas de su festejo estará en mi casa descubriendo mi cuerpo. Lamento lo que hecho pero nadie podía saber lo que planeaba, al final matar a la servidumbre no fue problema, todos me odiaban y seguro robarían mis cosas al morir. Procedo al fin, saco la leña de la chimenea para volver a prenderla ésta vez fuera de ella, quiero un incendio bonito, quiero un incendio total. Así los cuerpos de los muertos se podrán cubrir.
Mientras la casa se quema salgo al patio a escuchar los llamados de los árboles, a escuchar sus voces,  le pido a la luna, la haga féliz y le mande un beso de amor. Abrazo a mi árbol favorito me despido para tomar el arma y darme un tiro en la cabeza...

Al otro día la policia y bomberos encuentran los cuerpos, encuentran el mío con la carta a mi amada, se la llevarán apenas termine su boda, ya el sepulturero tiene listo mi epitafio:

"Aquí yace, aquel que vivio en el desconcierto y murio en la soledad. Padeciendo la maldición de su propio amor ".

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