HÁBITAT

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Pasaba la noche dentro de aquellas cuatro paredes, mi semblante estaba algo apagado, pues las peleas entre mi madre y mi hermano mayor cada vez eran más recurrentes. Pero algo me mantenía tranquila, sabía que el entrar a la Universidad tendría muchas ventajas, una de ellas era sin duda el hecho de estar completamente lejos de toda mi familia.

Mi padre no merecía aquel trato, pues siempre había sido una persona amable y gentil, mi madre, por otro lado era una mujer complicada. Había tenido a mi hermano en su primer matrimonio y siempre se esforzó por demostrar que mi hermano, Kayle,  era un caso perdido por parecerse a su padre. Con mi papá se mostraba extremadamente agresiva, era poco comprensiva y celosa. Le había costado muchas veces el trabajo, no sólo le revisaba el celular, sino que le contaba el tiempo. Mi padre tenía horario de salida y de llegada, si a caso tenía que quedarse a trabajar horas extras tenía que llamar a mi madre una vez cada hora, pero no una llamada normal, era una vídeo llamada. Mi padre estaba cansado y había llegado a su límite, es por lo mismo que decidió empezar con los trámites de divorcio. Con los ojos envueltos en lágrimas me pregunto si a caso el había sido un mal padre, la respuesta siempre fue la misma, "No lo eres".

Y así pasaron los días, ya era momento de que salieramos de ahí. Mi padre había hablado con mi madre dos días antes, ella no lo tomo de la mejor manera, pero acepto. Los abogados de mi mamá estaban pidiendo una gran suma de dinero, por mi. Pero siempre me he mantenido del lado de papá, lo cual la molesto más. Los planes habían cambiado, viviría con mi padre en una casa que le habian heredado. No sabia mucho de ella, pero estaba cerca de la Universidad a la que iría y eso ya era ganancia para ambos.

- Lyra ¿Estas lista? - gritaba mi padre desde la entrada - Se nos hace tarde - comentó finalmente.

- Ya casi - balbucé mientras terminaba de aplastar la última maleta.

Seguía batallando con la maleta, cuando a lo lejos escucho unos gritos; me apresuré, cerré como pude y salí corriendo. Mi madre estaba amenazando a papá, pues este estaba más que decidido en dejarla y poder vivir su vida como mejor le pareciese.

- Me mentiste Martha - confesó con todo el dolor de su corazón - Eras una mujer completamente diferente cuando te conocí, te toleré demasiadas cosas, incluso abandone mi trabajo por ti - colocó sus manos al extremo de la mesa buscando el coraje que le faltaba - No estoy dispuesto a seguir amargando mi vida por una mujer que no valora lo que hago y lo que soy - finalizó con sus ojos cubiertos en lágrimas.

- Tú no me puedes hacer esto Robert, eres todo lo que tengo - suplicó

- Corrección, éramos lo único que tenías - le interrumpí tomando la mano de papá sacandolo de aquel lugar.

El llanto de mi madre resosono por toda la casa, nuestros pasos eran decididos, teniamos la intencion de mejorar, de empezar de cero, de tener lo que en verdad mereciamos; una vida lejos de aquella mujer.

Pasaban los kilometros, los minutos y el silencio en el auto se hacia incomodo. sabiamos que era lo mejor, pero mi padre de alguna manera lamentaba el hecho de perder a lamujer que fue su compañera por más de 18 años. Lo sentía por él, siempre intento sacar adelante esa relación que lo estaba destruyendo.

Cuando menos lo esperaba el silencio fue interrumpido por el reconocible sonido de mi celular. Traté ignorarlo, pero al final la curiosidad me ganó. Mi padre se limitó a verme de soslayo y sonreír dificultosamente, no pude evitar poner mi vista en él. Era un hombre apuesto, a pesar de sus 47 años, se mostraba demasiado conservado. Pero las ojeras bajo sus ojos me hicieron caer en cuenta que los problemas con su madre le quitaban el sueño, no pude evitar poner mi mano sobre la suya, tratando de demostrarle que me tenía a mi. 

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2020 ⏰

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