Último deseo

Un Hombre...

4 Años después.

En un bar a media noche entraban 5 chicas.
Alex Danvers acompañada de Samantha Arias, Lena Luthor acompañada de Kara Danvers y Gayle Marsh mejor conocida como Psi.

Sam:— ¡Bien, hoy se tomar hasta caer de culo! No vale irse antes -Se subió a la mesa del grupo con un vaso de vodka en la derecha levantando este.- ¡¡Hoy Luthor es mayor de edad!!

Lena:— ¿Por qué algo me dice que me harás tomar más aquí?

Sam:— Para que sepas de lo que te perdiste -Bajó de la mesa sentándose en las piernas de Alex para dejar el vaso de vodka frente a Lena- empezamos suave.

kara:— ¡Sam! eso no es suave.

Lena:— Amor -Puso una mano sobre la de su pareja para tranquilizarla- Puedo con esto, tranquila. -Tomó de un sorbo el liquido y así sintió como el alcohol arañaba su garganta y al final calentaba su abdomen.- ¿Qué? ¿Me dieron agua? 

Sam rió ante el reto de su mejor amiga, algo de ambas era que si Arias retaba a Luthor, Luthor aceptaba y nunca mostraba debilidad.

Y así estuvieron las cinco, tomando alcohol y retos. La pobre Kara casi se queda sin dedo por un cuchillo lanzado por su propia mujer, tuvieron que consolar a Lena por media hora diciéndole que estaba bien. Alex casi es sacada por seguridad debido a un tipo muy insistente con su novia al punto de que la pelirroja lo golpeo tantas veces hasta dejarlo inconsciente. Y Psi solo aceptó retos y bebidas pero no la vieron bailar ni hablar con nadie que no fueran sus amigas.

Últimamente Imra estaba muy sonriente con un chico. Mike Miller su nombre.
Desde que se cruzaron en la estación del subterráneo, cosa que Psi presenció, Imra se divierte y sale con ese hombre. Un hombre.

Sam y Lena fueron a descansar mientras Alex y Kara estaban en el karaoke.
Ambas se sentaron enfrente de la rubia la cual tenía expresión neutral. O... eso intentó...

Sam:— ¡Psi! ¿Qué tienes? -Se alarmó y de inmediato se inclinó sobre la mesa para abrazar a la rubia.

Lena y Psi no entendían porque ese cariño repentino. Seguro era que estaba muy borracha pero Lena de inmediato se unió al abrazo desconcertando a la rubia más.

Lena:— Oh Psi... lo lamento, no creí que esto te afectaría. No nos gusta verte llorar. -Confesó Luthor apretando más el abrazo.

Así era. Las mejillas de Gayle estaban llenas de lágrimas, cosa que salieron sin avisar, ni la misma rubia se dio cuenta de ello. Seguramente era por cansancio... ¿Verdad?
Ambas mujeres soltaron a la rubia y se sentaron a ambos lados de esta. Querían darle afecto y hablar en ese lugar era imposible.

Psi:— Yo... No se preocupen, debe ser cansancio. Estoy bien, en serio. -Explicó tranquila, cosa que era raro.

La verdadera Psi las hubiese empujado casi gritando que la suelten antes de que las golpee.

Sam:— gay, confia en nosotras -dijo acariciando la melena rubia.- Es por Imra ¿verda?

Psi bajó la mirada. Ese nombre... Ese nombre le traía a la mente esa melena castaña oscura, esos ojos claros, esa tierna nariz y esos labios prohibidos haciendo que también recuerde a ese hombre a su lado dándole besos en los labios. En esos labios que jamás pudo probar.

Las lágrimas volvieron a escapar, una tras otras hasta su mentón a una caída corta hasta el regazo de Psi.

Sam y Lena volvieron a abrazar a su amiga tratando de calmarla con el corazón roto por su amiga.

Sam:— Yo pienso que harían bonita pareja.

Lena:— ¡Sam! No es el momento. -Regañó la de cabello azabache.

Sam:— ¿Qué? Es verdad. Además fue su culpa -La rubia estuvo apunto de darle un golpe cuando la castaña levanto las manos- ¡Oye! es verdad ¿Qué esparabas? ¿Que una Danvers se dé cuenta de tus sentimientos? Dile Lena, quien se confesó entre tú y Kara.

Lena:— Yo, ella se llevó una sorpresa. -Rió tierna al recordar el momento.

Sam:— Y con Alex fue lo mismo, al confesarme ella se sorprendió. Hoy en día cuando se despierta me dice que todavía que estemos comprometidas

Lena:— Quizá no es tarde. -Esta se ganó la mirada de ambas compañeras.- Aún no es tarde, puede que todavía puedas confesarte, bueno hazlo antes de que sea tarde.

Y quedaron abrazadas a la rubia hasta las 4 de la mañana, hora en la que Sam volvió a insistir con las bebidas.