Una carta que escribí para mí crush que va en la misma escuela que yo

mi dilema.

Odiaba verlo triste.

Siempre he creído que nadie merece estar triste y no tener a alguien para contar sus penas, yo quería ser ese alguien para él, le quería demostrar mi amor, aunque eso implicara saber que a él no le importara si estaba o no, simplemente no quería verlo así por qué recuerdo que un día le dije "si te hundes, me hundire contigo" después el dijo que eso no era correcto entonces corregí y le dije " pues entonces no dejaré que te hundas" no pretendo ser la víctima. Cómo mencioné el era lindo, aunque tuviésemos malos ratos el también estaba para mí, reíamos mucho bueno, a veces pero no importa.

Siempre que veía algo que no me gustaba me decía a misma que está iba a ser la última que aguantaba y que tenía que superarlo, aunque lo quisiera, tenía que dejar esto atrás por qué soy muy joven para aferrarme a alguien, pero también siempre regresaba corriendo a enviarle un mensaje, siempre estaba ahí y si me dejaba en visto, le mandaba otro mensaje, a veces me preguntaba a mi misma ¿Dónde está tu dignidad? Pero la respuesta siempre fue la misma, la verdad es que no me importa dónde esté.

Dejar de hablarle y tener amor propio siempre era el dilema, pues no quería dejarlo, no estaba dispuesta, me dolía, a cada hora cuando sabía que las cosas no estaban bien entre nosotros, mientras él era feliz y estaba contento yo me preguntaba ¿Qué es este vacío que siento en el pecho? ¿Por qué me siento así? Tal vez sean respondidas cuando esto termine, el me dejó y estaba en su derecho, cada quien es libre de alejarse de las personas.