Tras varias horas de viaje, con ropas mal acomodadas, mordidas en el cuello y partes de abdomen, sollozando llegaron al reino victorioso Drakegling, quien después de pasar la ciudad y llegaron al palacio, en la entrada esperaba un gran número de soldados para recibirlos, momento en el que carruaje del sultán, se detuviera frente a la entrada, el hombre saca un cofre debajo de su asiento al abrirlo saca un bello vestido.
-ponte esto, te quedará muy bien-
Arles se empezó a desvestirse frente al hombre después de ello se puso el vestido con lágrimas en sus ojos, el hombre se acercó y le dio un pañuelo.
-limpiate, no quiero presentar a mi trofeo triste a mi gente-
aprieta sus mejillas bruscamente y se acerca a su oído.
-mi hijo murió por culpa de tu gente, deberías estar agradecido vete como un sacrificado noble y que no te allá asesinado-
lo que Arles enojado le dijo -Prefirió estar muerto antes de estar un segundo más con un cerdo asqueroso como tu!-
el hombre reaccionó enojado y lo abofeteó, a lo que reaccionó con lágrimas y altas ganas de llorar, se quedaron varios minutos para que el joven se calmara, los hombres del sultán se preocupaban su general Dastan fue a ver, y antes de tocar la puerta, Zachico y Arles bajaron, el vestido de arles y sus rasgos finos hacían creer que era mujer, a lo que Zachico lo presentó como una nueva novia para su harem, en la mente de Arles deseaba el suicidio o que alguien lo salvara.
Mientras en el reino de Valgard, el rey Leo paranoico del miedo, creía que los ultimos sobrevivientes de la legión de Octavio se revelarían, a lo que inició una cacería, Caballeros pasaron de puerta en puerta, recorrieron desde la zona alta hasta la más baja que incluso golpearon de civiles por "mentir" según ellos, o no saber absolutamente nada pero los que sobrevivieron eran liderados por Óscar quien sobrevivió al conflicto, Leo enloqueció, Gil solo le importaba la fama y fortuna, Simón los lujos Óscar sabía que ellos no merecían la corona, el único candidato era Arles sabia que si lo entraba iniciaría una revolución capaz de derrocar a Leo y su séquito, pero hace horas escondido se enteró de como lo fue enviado a otro reino como sacrificio, sabia que el rescate del hijo del hombre que lo siguió hasta el final debía ser rescatado, pero por ahora debía esconderse con su gente, hasta que se redujera su búsqueda para ir y rescatar al chico.
De vuelta en Drakegling, era de noche, Arles acompañaba el sultán en su magnífico banquete, comida de gran variedad de animales exóticos, era rodeado de su guardia personal el joven de rasgos finos, piel suave y peluca larga con vestido adornado estaba parado a lado del hombre, con una mirada perdida sin esperanza, mientras el hombre comía como cerdo parecía que no respiraba a la hora de probar cada alimento, si su copa se vaciaba el joven lo volvía a llenar, sus guardias del cruel hombre miraban a otro lado, pues su forma de comer era asquerosa, los sirvientes con la mirada abajo, Arles los miraba veía como estaban cicatrizados.
-será que ellos hicieron algo?-
dijo el joven pensativa mente, al finalizar la cena el hombre pidió un pañuelo grande para limpiarse restos de comida y sus manos, se levantó del asiento pidió que prepararan su baño, los sirvientes fueron enseguida y algunos guardias los acompañaron.
En eso el hombre mira al joven y le dice.
-espero que sepas tallar bien-
el joven mira al hombre aterrado, miraba sus ojos verdes, su barba grasienta, dientes semi amarillentos algunos eran de oro, Arles retrocedió pero el sultán lo tomó del brazo fuertemente alzando la voz dijo -Vas a ir?- El pobre esclavo asintió su cabeza sin decir ni una palabra, el hombre fue a sus aposentos, mientra que el joven se quedó paralizado del miedo y temblando preguntándose a si mismo.
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La trágica historia de un tirano
RandomUn hombre que logró hacer que los propios dioses llorarán sangre, por todo el dolor emocional y espiritual que sufrió en la vida y lo que seguirá