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El viento hace sonar las hojas de los árboles, sentada viendo como caen las pequeñas flores de cerezo en el pasto recién cortado, ya casi anochece y no puedo dejar de pensar en él. Recordar su mirada me produce escalofríos.
¿Debería esperar a que el sol se oculte y salir a buscarlo? Tal vez con suerte, pueda toparme con él en el pueblo, debía intentarlo, tenía que intentarlo.

El sol cayendo detrás de la montaña.me avisó que era momento de escapar, sigilosamente tome mi Katana y me escabullí por la enorme puerta de madera, solo puedo pasear por el pueblo un momento, cualquier persona le avisaría a mi padre que salí sin permiso y me mataría.
El camino es muy largo, jamás había recorrido el sendero a pie, usualmente cabalgamos hasta el pueblo. Puedo escuchar la noche, los grillos cantando y el viento golpeando suavemente los árboles, no hace frío pero tampoco hace calor, se puede observar la Luna, tan cerca y tan brillante que alumbra mi camino, miro hacia el cielo despejado y alzo mi mano buscando que mis dedos rozen la Luna, me quedo de pie intentando alcanzarla, si tan solo pudiera...

- Cualquier persona que viera a una bella mujer en medio de la noche pensaría que está buscando ser raptada.

Mi corazón comienza a acelerarse y no es por otra cosa más que miedo.

- Cualquier persona que viera a un hombre solitario en medio del camino con una Katana en la mano, pensaría que está buscando problemas.-
Me siento nerviosa, tengo miedo, mi mano derecha por instinto se movió hacia atrás de mi espalda y mi dedo índice está rozando la parte de madera de mi Katana, no confío en este hombre pero me intriga demasiado...

- No me dijiste tu nombre- exclamé con autoridad
- Jackson, me llamo Jackson
- ¿Guerrero?
- Así es
- ¿Cuál es tu puesto aquí?- dije aún más intrigada
- Tu deberías saberlo, eres una guerra también y debes conocer a tus aliados.

La verdad no conocía al ejército que luchaba por nuestras vidas, me sentí muy mal al pensarlo, él tenía razón, no conocía a las personas que morirían por nosotros, que morirían por mi.

- Por supuesto que los conozco- dije segura de mi misma
- ¿quién es la persona más importante al mando?
- ¿no es obvio? El emperador-
- Cerca de este camino, más allá de estos árboles, se encuentra su estancia, ¿No es así?
- ¿Tienes algún pendiente con él?- está situación se ponía incómoda, ¿Por qué quería saber acerca de mi padre? Si él es un guerrero aquí, debería saberlo, a menos que... No fuera uno de nuestros guerreros.

Saque mi Katana lo más rápido que pude y lo apunte directamente al cuello

- ¿quién eres?
- Tranquila, me estás confundiendo-
Pude notar que no sentía miedo de mi, alzó sus manos a la altura su cara indicando que no se pretendía defender.

- Baja la Katana- dijo tranquilo, por un momento pensaba ceder, sus ojos me hipnotizaban, pero en realidad no sabía nada acerca de este hombre ni cuáles eran sus intenciones.

- ¿Por qué me preguntas donde se encuentra el emperador? Cualquiera de nuestros guerreros lo sabe.
- Soy un guerrero de batalla, yo no protejo al emperador, nunca he estado cerca de él, yo solo peleó por su vida cuando él me requiere.

¡Carajo! No le creo, no confío en él pero noto un toque de sinceridad en sus palabras, podría ser cierto, muchos de nuestros hombres ni siquiera han podido ver a mi padre en persona por qué se la pasan entrenando para las batallas, y más en este momento donde estamos en guerra.
Comencé a bajar el arma lentamente y él comenzó a bajar sus manos.

- No deberías desconfiar así de tus compañeros
- Desconfío por qué yo también doy la vida por el emperador.
- ¿Estás al cuidado de él?- dijo bruscamente
- Si, soy una de sus más leales guerreras.

Se quedó callado un momento y me miró incrédulo, ¿Sentirá envidia?

- Mi sueño, es conocer al emperador- su mirada se torno sería, por un momento sentí que iba a matarme.
- ¿Crees que puedas ayudarme a conocerlo?

No se quién es más estúpido, él por pretender que lo llevaré cara a cara con uno de los Emperadores más fuertes y despiadados de toda China, o yo por sentir lástima por él y querer hacer ese sueño realidad.

- No es buena idea- dije seria - El emperador no desea ver a nadie, estamos en guerra y no puedo llevar a cualquier persona frente a él.
- No soy cualquier persona, soy uno de sus más fieles guerreros.
- La respuesta es No- ya estaba comenzando a irritarme, mire al cielo y la Luna estaba oculta entre las nubes, no se cuanto tiempo había pasado, pero ya debía volver a casa
- Tengo que irme, algún día conocerás al emperador, te lo aseguro, él se preocupa mucho por sus soldados- sonreí amargamente porqué sabía que no era cierto, mi padre era el hombre más frío del mundo, no sentía piedad si de una vida se tratara.

- Puede que no vea al emperador, pero, ¿Te volveré a ver a ti?-
Sus palabras se clavaron en lo más profundo de mi, ¿Por qué mi corazón estaba tan agitado? No sabía a dónde mirar, mis manos sudorosas apretaban fuertemente el mango de la Katana, y mi boca no emitía ningún sonido.

- Mañana, a las 6 de la tarde, estaré aquí, vuelve con cuidado.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el pueblo.
Me quedé ahí, inmóvil, ¿Cómo un hombre que acabo de conocer provoca estás emociones en mi?
Respiré profundo y decidí volver a casa, tan pronto como me di la vuelta, comencé a sonreír. Camine unos metros y giré mi cabeza, aún seguía ahí, y me estaba viendo, ¡maldita sea Jackson! ¿Quién eres?

Seguí caminando, hasta cruzar la puerta de madera llena de soldados.
Entre sin hacer ruido hasta llegar a mi habitación, abrí mi balcón y respire profundamente. No dejaba de pensar en lo que había sucedido, debía saber quién es Jackson, esto apenas era el comienzo, y tal vez era el comienzo de mi fin.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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