Capítulo 1.

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“— P-por favor, d-déjeme...

Dijo aquel lindo y pequeño niño inocente; que ahora, se encontraba con sus ojitos repletos de lágrimas, y residuos de esas ya secas, mismos residuos eran testigos del gran dolor que estaba sintiendo ese pequeño justo en ese momento.

— Te he dicho antes qué te calles. ¡¿Es que no entiendes?! —dijo un niño aún más grande que el anterior mencionado— Es que de verdad parece que te gusta que te lastime ¡Qué increíble! ¿Acaso es eso, pequeña marica?

Aquel niño puro, sostenía fuerte sus lentes en sus pequeñas manitas; lentes que estaban rotos. Cosa que hizo que el pequeño llorara con más intensidad, ya que no sabía cómo llegar donde su mami a decirle que de nuevo, uno de sus compañeritos había roto sus lentes. Él no quería ser un estorbo para su madre también.

— P-pero es que y-yo no te he hecho n-nada... —dijo entre hipos provocados por el llanto, mientras que su pequeño cuerpecito reaccionaba con espasmos por los golpes que le brindaron con anterioridad— l-le haré sus tareas s-si eso quiere...

El niño bravucón no pudo evitar soltar una carcajada de lo más sarcástica. Y es que él no podía entender cómo ese niño podía ser tan tonto e inocente.

— Es que de verdad que eres terco, Taehyung. ¡¿Cómo hacerte entender que quiero que te calles de una puta vez?! —el chico, golpeó tan fuerte la mejilla del contrario, que hizo que su cuerpo fuera a dar al pasto violentamente. Y es que claro, el bravucón sólo podía agredirlo cuando ninguno de sus superiores lo estaba observando.—

El pequeño e inocente Taehyung, tomó su mejilla con una de sus pequeñas manitas mientras lloraba. Y es que él era tan pequeñito que no podía defenderse tan siquiera, sólo se dedicaba a ser la burla de sus compañeros.
Taehyung al ser un niño prodigio era el más pequeño de su clase, lo cual lo llevó a ser la piñata donde todos sus compañeritos lo insultaban; pero en especial está este chico, que era el único que se dedicaba a pegarle y a decirle palabras aún más feas que el resto, palabras qué, al oído de Taehyung, eran muy malas.

Y es que Taehyung no podía entender la maldad del mundo. A sus apenas 4 añitos ya estaba condenado a sufrir por el resto de sus días.”



[...☾ ¡! ±]




Aquel castaño de mirada pérdida, caminaba temeroso por los pasillos de su nuevo instituto, con la cabeza en bajo, mientras que sujetaba con mucha fuerza las correas de su mochila.

A pesar de que se supone que debería estar cursando primer año, no hay que olvidar que ese castañito era un afortunado prodigio, por lo cuál, ha tenido la dicha de poder cursar un año superior.

El castaño seguía sin levantar la mirada, hasta el momento en el que tuvo que hacerlo por obligación, para poder corroborar que sí fuera el salón donde estaría cursando sus materias. El pobre chico se encontraba muy nervioso, sus piernas temblaban violentamente, mientras que mordía muy fuerte su labio inferior; puesto a que su ansiedad social no le permitía socializar adecuadamente con las personas, así que él tenía mucho miedo de tener que darle la cara a los que se supone, serían sus compañeros.

Mientras esperaba a que su profesor se dignara a llamarlo para poder ingresar debidamente; intentó recordar todas las palabras que su psicólogo le había dicho el día anterior.
Bajó las mangas de su suéter negro con nerviosismo, escondía sus aún pequeñas manos dentro del mismo.

“No puedes dejar que tú ansiedad te controle Taehyung; no soy tú enemigo, sólo quiero que aprendas a controlarte a ti mismo. Si sigues de esa manera sólo te vas a condenar a nunca tener una cura para ti. No eres tú depresión ni tú ansiedad ni nada de eso Taehyung, eres un humano con sentimientos que no puede permanecer solo toda su vida. —el castaño sólo se hacía pequeño en su asiento, al conseguir de nuevo que su psicólogo lo reprenda por no tener de señales de mejora.—”

Cartas a la luna ¦  [KookV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora