Cartas a la luna ¦ [KookV]

Capítulo 2.

— ¿Puedes dejar de temblar? Me está estresando verte colapsando de esa manera tan ridícula.

El castaño quería llorar, intentaba calmarse. Mordía su labio con mucha fuerza, casi haciendo que su belfo se partiera.

Taehyung se hizo pequeño en su campo, mientras que se arrinconaba más; alejándose notoriamente del azabache que lo veía seriamente.

— Está nervioso Jeon, no lo molestes.

Habló una voz privativamente fría detrás de él, haciendo al castaño brincar en su asiento, ya que no esperaba que alguien se dedicara a hablar en ese momento.

El azabache, dirigió su mirada neutral hacia atrás, topándose con la mirada seria del chico de ojos felinos.

— ¿Alguien está hablando contigo, Min? Me parece que no. Así que deja de meterte en lo que no es de tú incumbencia.

— Imbécil. —dijo el ahora susodicho: Min. —

El azabache dispuesto a contestar agresivamente, se vio interrumpido por la voz del profesor, que se encontraba ya hace unos segundos observando la escena que aquellos dos habían montado.

— A ver, si no les interesa mí clase ahí está la puerta para que puedan retirarse. —Señaló con su dedo a la puerta que se encontraba su lado— Dejen de comportarse como críos, y dejen prestar atención a las personas que realmente están interesadas. Y tú Jeon, —dijo el profesor viendo seriamente al mencionado— deberías comenzar a prestar atención a la clase ¿O piensas repetir el año de nuevo?

Y es que sí, Jungkook estaba repitiendo el año.

La mayoría de la clase ya tenían los 18 años ya cumplidos, mientras que algunos estaban cerca de cumplirlos. A excepción de dos personas: Taehyung y Jungkook.

El castaño apenas tenía 16 años, y cumpliría los 17 dentro de varios meses; mientras que Jungkook iba a cumplir los 19 años.

El azabache sólo de dedicó a bramar en respuesta hacia la reprimenda del profesor, mientras que dirigía su mirada hacia Taehyung, mismo que tenía el cuerpo lleno de tensión, haciendo así que su cuerpo estuviera tan rígido que no pudiese temblar.

—Todo esto es tú culpa. —Se dirigió al castaño en un susurro. —

Taehyung sólo pudo bajar la cabeza avergonzado, sin poder pronunciar ni siquiera una disculpa como respuesta al hablado del azabache. Él sintió que lo había arruinado todo, y desde ya, podía notar como todo sería igual que siempre, igual como lo fue cuando niño.

[...☾ ¡! ±]

La clase había llegado a su final. Todos los alumnos salían rápidamente por la puerta, creando una masa de personas amontonadas en ese pequeño espacio.

El castaño recogía sus cosas lentamente, con un temblor en sus manos bajo la atenta mirada de Min detrás suyo, ya que él también estaba guardando sus cosas muy despacio.

Taehyung, después de haber terminado de guardar sus pertenencias, se colocó su mochila y comenzó a caminar hacia la puerta —donde ya no había nadie— dispuesto a salir.

Caminaba pausado por los pasillos, ya que estaban en un descanso pequeño antes del almuerzo, por lo cual, podía tomarse el lujo de ir despacio.

Taehyung llegó al cual sería su casillero, según el papel que tenía un número "5" que le había brindado la dirección anteriormente.

Sacó algunos libros que no iba a necesitar de su mochila, mientras que tomaba unos que en cambio sí iba a necesitar para sus siguientes clases. Cerró la mochila y la colgó de nuevo en su espalda, mientras que acomodaba algunas cosas que había desordenado, para así poder cerrar la puertecilla que poseía el casillero.