Cuando Te Vi

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Narra Liam

Estos últimos años me he sentido como una maldita marioneta. Haciendo todo lo que los demás desean de mi. Sobre todo mi representante.
No recuerdo en qué momento dejé de sentir que ya no era yo mismo. Ahora soy un animal enjaulado en el zoológico. Todos se pegan a la vidriera a observar mi próximo movimiento.

Extraño a mi madre, la extraño muchísimo. Quisiera que me vea y se sienta orgullosa de mi, que he llegado a la cima. Pero muy dentro mío sé, que si ella estuviera aquí no me vería con los mismos ojos llenos de orgullo con los que solía mirarme de pequeño.
Falleció cuando solo tenía 10 años, de una rara enfermedad.
Cuando ella se fué, me he sentido completamente solo.

Sólo habían pasado seis veces de la partida de mi madre, lo suficiente para que Edwar, mi padre se casara con otra mujer y la traiga a vivir a nuestra casa junto a su hijo Sebastian - dos años mayor que yo-

Mi relación con mi padre es distante desde entonces, siento que jamás podré perdonarle haber reemplazado a mi madre tan pronto, ni siquiera haber traído a vivir con nosotros a personas desconocidas - al menos para mí -
Sebastian era un maldito demonio. Jamás nos hemos llevado bien, eso nunca pasará. No desde el día en que me vió llorar en el piso del baño, con mis manos sobre mis rodillas, escondiendo mi rostro y me ha dicho "deja de llorar como una niña por tu mami muerta, ella jamás volverá." burlándose y riendo.
Desde ese día supe que era un maldito infeliz.

Me prometí a mi mismo ser alguien en esta vida.  Y vaya que lo he logrado a mi corta edad... Y eso vino con un precio, un precio muy alto que jamás terminó de saldar.

Con 18 años tengo cuentas explotadas en millones. Jamás supe que hacer con tanto dinero... Si mamá estuviera aquí, le hubiera regalado la mansión que estaba junto al lago donde me solía llevar a darle de comer a las palomas. Ella observaba ese lugar detenidamente y lo contemplaba. Una vez le dije "cuando crezca la compraré para ti" y ella me sonrió. "Sé que lo harás y espero ansiosa ese día".

He cumplido mis sueños. Y eso ha sido gracias a mi tía Billy (hermana de mi madre).
Me fui a vivir con ella cuando cumplí 12 años. Mi padre no intento ni siquiera detenerla.
He  vivido con ella, su marido (el tío Daryl) y mi primo Mark de 6 años, que se ha convertido en mi pequeño hermano. Era tan solo un bebé cuando me uní a ellos... La única persona que me hace bajar a esta tierra.
Han sido toda la familia que he tenido hasta ahora.

El tío Daryl jamás me ha pedido un peso sabiendo todo lo que llegaba mis cuentas bancarias. Nació de mi, que monte su propia empresa y les obsequié el dinero para invertir.
Me han recibido como un hijo más en su hogar, sentía que era lo menos que podía hacer por ellos...

Al cumplir 17 me fui a vivir solo... Llevo solo un año y no me llevo bien con la soledad. Por eso es que todo este tiempo han desfilado chicas por mi cama. No las llevaba a mi casa, al menos, no a donde Mark tiene su sala de juegos y su habitación cuando se queda unos días conmigo. No dejo que nadie pise ahí , excepto mi familia.
De todas maneras me las ingenié demasiado bien. Compré un pequeño departamento al nombre de mi mejor amigo Luke, y allí hemos tenido muestras interminables y alocadas fiestas privadas con mujeres.

Así es mi vida... Siempre de gira en conciertos. Chicas gritando, llorando, queriéndo besarme a la fuerza cuando me ven o me piden una foto. Ni siquiera sé lo que es estar en una fiesta y bailar tranquilo sin que alguien se me acerque. Ya no recuerdo lo que es estar en el anonimato.
Ya no puedo distinguir quien se acerca por interés o por quien soy realmente... Las únicas personas en mi vida son las que han estado a mi lado antes de ser quien soy.

Ahora estoy en una gira por España, precisamente en Ibiza. Haciendo lo que siempre soñé y ganando fortuna. Pero siento un vacío, un vacío enorme que no lo llena el dinero ni los lujos. Que desesperadamente busco llenar con alcohol, mujeres, fiestas privadas.
Los estadios se llenan, pero yo estoy tan vacío...

Sólo lo he intentado con una chica. Modelo de una marca reconocida. Y todo termino en un completo escándalo. Para ser completamente honesto, era como estar las 24 horas junto a una fan, era agobiante.
Sin embargo viendo sus curvas, realmente no pensaba mucho en eso, solo vivía el momento y cuando me satisfacía hacia todo por sacarla de mi vista.

Fue en uno de esos intentos desesperados en plena gira... Salí agobiado de una fiesta que se suponía sería privada, donde no paraban de tirarse chicas encima de mi cuello, pidiendo selfies. En cuanto pude safarme, corrí hacia la habitación del hotel donde me hospedaba.

Nunca supe en esa huida iba a quedar más atrapado que nunca...

Choque con alguien que no se le veía el rostro, tenía una campera negra enorme para su cuerpo, con una capucha sobre su cabeza. Choque contra ella provocando que se le caiga su móvil por las escaleras.
Quise acercarme para hacerme cargo de lo que fui culpable, no hubo caso, la chica salió muy de prisa.
Supe que era una chica por sus piernas, que de echo eran... Uuf extremadamente perfectas. Traté de seguirla porque vi como dejé su móvil...
Cuando salí, la ví sentada a lo lejos sobre una roca.
Le hablé. No podía verle el rostro de espalda y menos con ese gorro de la campera que llevaba... Hasta que en un momento se levantó.

Se dió vuelta hacia mi, se sacó la capucha y Santo Dios...

Mi corazón se ha detenido. Apenas podía oír lo que me decía, sólo podía ver su perfecto cabello, su perfecta boca, su perfecta piel, esos ojos verdes oscuros y profundos. Diablos, todo era perfecto.

Lo que terminó de hacerla perfecta, es que me di cuenta que no me conocía. Al menos, no se ha tirado encima de mí cuello ni me ha pedido un autógrafo.

Insistí en reponer su móvil roto, pero se mostró desinteresada e indiferente a mi.
Tenía que buscar la excusa perfecta para volver a verla, y lo del teléfono era una buena excusa. Aunque dentro mío sabía bien que estando en ese hotel de lujo en pleno Ibiza, no era una chica que justamente necesitaba que le compre un celular nuevo. Seguro se podría comprarse miles. Sin embargo estaba dispuesto a intentar usar eso de excusa, acompañado de algo más original, por eso acudí a enviarle un desayuno.

Estaba dispuesto a estar toda la noche sentado ahí esperando volver a verla.
Estaba completamente seguro que iba a ir a devolverme el móvil.
Y no me equivoqué... Ella tardó un poco, pero llegó.

Cuando estuvimos sentados en la arena lo confirmé, no tenía idea quién era. Y eso fue gracioso, sus expresiones en su rostros al sentir vergüenza de no reconocerme.
Me di cuenta que con sus 16 años no era igual que las demás chicas.

La vi... La vi y me prometí a mi mismo no dejarla ir.

La primera noche no me dijo como se llamaba. Cuando había planeado mandarle el desayuno, mis amigos de la recepción del hotel me han dicho su nombre, solo su nombre. Me dijeron que su apellido era confidencial. No me importaba, saber su nombre me era suficiente...

Si, lo sé. Hice trampa. Sabía su nombre antes de fingir adivinarlo.
No me arrepiento, gracias a ese empujón es que tal vez, la vuelva a ver...

Estaba ansioso esperando su mensaje. Parecía un niño ilusionado esperando la llegada de papá noel...

Es que su voz. Su voz tal dulce. Su pelo, sus ojos... Y su cuerpo. Dios. Su cuerpo. No quería tener pensamientos pervertidos, pero sabría perfectamente que hacer con el.

Me vibró el celular más de 20 veces y ninguno era un mensaje de ella.

Parezco un imbecil mirando el móvil esperando que suene.

Vuelve a sonar después de 20 minutos más.

Sólo faltaba 1 hora para la medianoche.
Mierda, me ha echo sufrir hasta lo último.

" Si" - emoji de guiño. - me salta su número que no lo tenía aún.

La agendé como " Mi Jazmín". Que idiota. Ni cerca de ser mía. Solo era mi deseo. 

- Ponte bien Rockera, porque preciosa ya eres - respondí a su mensaje.

No dejo de contar los segundos para volver a verla...

Siempre Fuiste Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora