Conociéndote

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Narra Jazmín

Hace una semana que llegamos a la isla de Ibiza. Realmente es impresionante la vista y el paisaje que se puede apreciar desde aquí. Cuando despierto, desde mi habitación lo primero que se puede observar es el mar turquesa, con la arena blanca y el sol radiante. Es difícil de describir, lo único que hago es abrir los ojos y apreciar lo que tengo la dicha de ver.
Estoy en uno de los mejores hoteles de la Isla, el piso que tenemos es demasiado enorme. Dos habitaciones de ensueños, una sala de estar amplia, dos baños -que son más grandes que una habitación común-
Mi padre pudo haber alquilado una casa exclusiva para nosotros solos, pero le era mucho más fácil hospedarnos en un hotel donde iba a llevar a cabo sus conferencias y reuniones empresariales. Quizás lo hubiera preferido, no soportó ver la gente hablando con arrogancia y como si fueran los dueños del mundo. La gente hospedada aquí, todos con sus autos lujosos, con sus joyas, no podía evitar analizarlos y ver que en el fondo no eran felices.
Claro, yo no me quedo atrás. No digo que no soy feliz, tengo la vida que muchos quisieran, gracias a Dios nunca me faltó nada y soy agradecida por ello. Tengo la fortuna de que mis padres siempre me han enseñado que todo se consigue con esfuerzo, pasión y trabajo. Papá no siempre fue millonario, siempre me cuenta sus historias de pequeño, como ayudaba a su padre en un pequeño taller y después se iba a lustrar zapatos en la estaciones de trenes. Amo escucharlo hablar y ser tan sabio. Siempre me ha dicho que se enamoró de mí madre por su esencia, que no era igual al resto, que los lujos no la hacían importante, si no, tener un corazón noble. Ya lo sé, papá es muy sentimental pero es lo que amo de él. Cuando me da lecciones de vida desde su propia experiencia. Disfruto de escucharlo y aprender.
No es que no soy feliz, lo soy. Pero por las noches al dormir no puedo evitar sentir un pequeño vacío, es como si fuera un miedo de no poder sentir algo profundo y real. Aprecio a Martin, lo conocí hace mucho tiempo en el club donde solemos ir con mis amigos. Hace 5 meses acepté ser su novia, a decir verdad me conmovió un poco su esfuerzo de querer conquistarme día a día y realmente me esfuerzo mucho en querer enamorarme y sentir algo especial por él, algo que no sea un sentimiento de amistad. Pero siempre me repito en mi mente, que algún día lo podré querer como él dice quererme.

Fue una semana encantadora junto a mis padres. Fuimos a las playas, recorridos distintos lugares y una vez más, nos llenamos de recuerdos los tres juntos, algunos momentos que no quedan registrados con una lente de cámara, pero si en mis ojos, en mi alma y en mi corazón. Ver la sonrisa única de mamá, escuchar a papá sus historias repetidas y sus chistes, que no son graciosos pero no puedo evitar reírme igual por su gracia al contarlos.
Esos momentos por un tiempo se tendrán que cortar, se tienen que meter de lleno en su trabajo y deben viajar a unos kilómetros de nuestro hotel y quedarse allí por dos días. Me ofrecieron ir, pero obviamente me aburriría entre tantos hombres de traje y sus esposas hablando de quien tiene la cartera más cara y halagandose falsamente, no es para mi. Opte por quedarme aquí, el lugar tiene seguridad y además hoy pienso disfrutar del sol y de la pileta del lugar, leyendo un libro que había dejado por la mitad y tratar de comunicarme con Sofia, que hace dos días no responde mis mensajes ni mis llamadas.

-Sofi, estoy muy preocupada. Hace dos días no contestas mis llamadas ni mis mensajes. Llamé a tu casa y la empleada me dice que no estás. Llamé a tus padres y dicen que te dejaran el recado. Dime que estás bien. Te extraño- le envié un mensaje a Sofia, angustiada.

Me respondió a la media hora.
-Hola. Estoy bien. Solo que no quería molestarte en tus vacaciones. No te preocupes.

- ¿Puedes llamarme? Quiero hablar contigo. Saber como les fue en la fiesta, vi algunas fotos por redes sociales, pero quiero saberlo todo. Llámame - le respondí.

- Ahora estoy ocupada. Apenas tenga un tiempo lo haré. Cuídate - fue su fría y cortante última respuesta.

Hace una semana que estoy aquí y hace dos días enteros Sofia no me hablaba. Casualmente hace dos días fue la fiesta que habíamos organizado con nuestros compañeros de curso.
Estaba en uno de los lugares más hermosos que jamás haya visto, pero ahora mi cabeza estaba justo allí, donde estaba Sofia.
Intentaba entender el por qué de su frialdad, de su indiferencia a mis llamados. De los años que vamos de amistad, jamás había pasado un día entero sin hablar con ella.

Siempre Fuiste Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora