Blake y yo nos habíamos despertado muy temprano para poder encontrar un buen lugar y así poder tener una muy buena vista de todo el desfile, no voy a mentir, hacía un frío tremendo ese día; lo bueno fue que trajimos comida y bebidas calientes para sobrevivir en lo que el desfile iniciaba. Cuando en nuestro campo de visión se encontraba el inflable del pavo supimos que el desfile había dado inicio, Blake no dejó de tomarle video a todo lo que el desfile tenía como entretenimiento. Entre ellos estaban muchos artistas nuevos como conocidos, Jimmy Fallon y más. No lo negaré, Macy’s se lució con el desfile, este fue mejor que el de años anteriores.
Llevábamos cuatro horas despiertas y esperando al desfile, lo malo fue que sentí como mis piernas comenzaban a entumecerse. Lo único que yo odiaba de este desfile eran dos cosas, el tener que esperar a que el dichoso desfile pasará por donde me encontraba y que el año anterior había perdido mi celular. Sacándome de mis pensamientos, el bullicio se escuchó no muy lejos de nuestra posición. Giré mi vista y observé que se acercaba la estructura que este año había construido LEGO, ese dragón había quedado demasiado bien y los colores que llevaba lo hacían relucir mucho más; al observar la manta que indicaba al artista pude leer “NCT 127”. Algo confundida, volteé a hacia Blake y le pregunté si ella sabía algo acerca de ellos, pero estaba igual que yo.
Cuando por fin la carroza pasó frente a nosotras pude ver que eran una banda con 8 integrantes, todos se veían apuestos y jóvenes, además, de que llevaban ropa que los hacía lucir mucho más guapos. Me quedé analizando a cada uno porque la carroza se había detenido, al observar el último integrante me percaté que él también me estaba viendo, de seguro no era a mí, ya que había muchísima gente como para fijar su vista exactamente en mí. Le resté importancia a eso y el desfile continuó con su presentación, luego de media hora este había llegado a su fin.
Blake y yo decidimos comer en uno de los restaurante cerca de la zona. Dentro del lugar, pedimos lo que sería nuestro almuerzo y platicamos mientras llegaba la comida; yo no estaba prestando atención a lo que mi amiga me estaba diciendo, más bien pensaba en aquel chico de linda sonrisa y aspecto asiático. Blake pareció notarlo y me reprendió por no prestarle atención, yo solamente me sonrojé por estar pensando en el joven; a lo que ella no dudó en dar inicio a su tontas preguntas y burlas. La comida había llegado y ella seguía molestando, me cansé y la regañe.
- Blake deja de molestar y come, porque se está enfriando tu almuerzo - sentencié con un tono molestia.
- Bien, bien, pero quiero que me cuentes porque tienes la cara color carmesí - dijo ella.
- Luego, primero comamos - solté rendida ante la situación y ella sonrió.
Al acabar nuestra comida, pagamos la cuenta y emprendimos nuestro camino al apartamento que compartimos, llevábamos dos años viviendo en New York y ambas estudiamos en la misma universidad. Nos tocó recibir un curso juntas durante algunos semestres de nuestro primer año como universitarias, hicimos un par de proyectos juntas y nos volvimos amigas; le comenté en una ocasión que la renta era muy costosa para pagarla sola y ella me preguntó si no quería una compañera.
- Oye, perdona el atrevimiento pero, ¿No quisieras compartir apartamento conmigo? Estoy buscando una compañera, vivo un poco lejos de mis padres y creo que sería mejor vivir en la ciudad pero la renta es muy alta y mis padres no podrían pagarla - dijo con un poco de timidez.
- ¿En serio? Sí, vivirías a 5 minutos de la universidad y la renta sería accesible para ambas - respondí alegremente.
- Gracias, hablaré con mis padres y te diré luego, adiós - dijo antes de irse con una sonrisa en la cara.
Ese recuerdo surgió en mi mente cuando nos encontrábamos sentadas en el metro, camino a casa; Blake cayó dormida sobre mi hombro y yo solo pude alegrarme de que olvidara por completo el tema del almuerzo.
Cuando estábamos cerca de nuestra parada la desperté, salimos y caminamos unas cuantas cuadras a nuestro acogedor hogar. Nos adentramos a nuestro sencillo apartamento y yo me tiré sobre el sofá completamente cansada, Blake se dirigió a la cocina por un vaso de agua.
- ¿Steph, recuerda que te mencioné algo sobre una fiesta a la que fui invitada? - mencionó desde su lugar.
- Sí, ¿Por qué? - pregunté dudosa.
- Es hoy y en verdad quiero ir - habló.
- ¿Esto significa que me vas a obligar a ir? - dije aunque ya conocía la respuesta.
- Por favor, va a estar genial además, tómalo como un desestresante de las tareas y del trabajo - respondió ella, sabía que no tenía opción porque las veces que no fui con ella no me habló por dos semanas. Ella es mi mejor amiga y no me gusta que se enoje o deje de hablarme.
- Esta bien, ¿A qué hora es? - dije con un suspiro al final.
- Dentro de una hora - respondió sonrientemente.
- Bien, tomaré una ducha y podremos irnos - contesté sin mucho ánimo.
Tomé una ducha de 10 minutos, salí y me dirigí a mi cuarto dispuesta a cambiarme. Elegí una falda-short negro y gris con un crop top negro y botas tipo militar del mismo color, iba a empezar a maquillarme cuando Blake habla.
- ¿Steph, ya estás lista? El uber no tardará en llegar - dijo en voz alta para que lograra escuchar.
- Si, ya casi acabo - respondí pero la verdad siempre me pongo nerviosa cuando me están apurando, logré maquillarme discretamente y salí de mi habitación.
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Esa fue la ropa que había elegidopara la fiesta.
-
Bien, vámonos no hay que llegar tarde. Por cierto, te ves bien - dijo sonriente.
- Gracias - respondí de igual forma.
Cuando estuvimos en la acera un Mercedes Benz plateado estaba parqueado frente a nuestro edificio, Blake confirmó si ese era nuestro Uber. Al regresar a mi lado me indicó que subiera, le dijo a qué dirección debía de llevarnos y en poco tiempo ya nos encontrábamos bajando del auto frente a una torre de apartamentos que lucía muy lujosa.
