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>> Park JiMin <<

— No me gusta esto —declaro—. Lo digo enserio, cariño. Mis piernas estan empezando a doler. Te lo dije, mis piernas se acalambran con facilidad con este tipo de posiciones.

La risa de Jeongguk vibra a través de mi cuerpo. Mi cuerpo desnudo, debo agregar, porque estamos en medio de tener sexo. Lo que confesé no estoy disfrutando.

Tal vez soy un asesino de estados de ánimo.

Pero, ¿sabes qué?, no me importa. Aun así veto esa posición. Jeongguk se arrodilla delante de mí y mis tobillos estan en sus hombros. Y tal vez si no fuera un gran jugador de hockey, mis piernas no se sentirían como si estuvieran descansando en la parte superior del maldito Empire State y estan muriendo por los calambres.

Sin dejar de reír, Jeongguk se inclina hacia adelante y mis músculos sueltan un suspiro de alivio cuando deslizo mis piernas hacia abajo, y las engancho alrededor de su culo. Inmediatamente, el ángulo cambia y un gemido se desliza fuera de mi boca.

— ¿Mejor? —dice con voz ronca.

— Oh Dios mío. Sí. Haz eso de nuevo.

— No tengo idea de lo que hice.

— Torciste las caderas, como... oohhh... sí, así.

Cada vez que me llena, mi culo se aprieta en torno a su erección. Cada vez que se retira, me siento vacío, adolorido y desesperado. Soy adicto a este hombre. A sus besos y a su sabor, a la sensación de su pelo entre mis dedos y su espalda musculosa cuando entierro mis uñas en ella.

Sus caderas se flexionan y su respiración se acelera, y lo mete más duro, más profundo, convirtiendo mi visión en una neblina blanca. Luego acerca su mano al lugar donde nos conectamos y frota mi eje, y allí vamos. Él se corre primero, pero sigue bombeando dentro de mí mientras tiembla con su liberación. Su clímax me pone en marcha y tiemblo aún más fuerte, mordiéndome el labio para no gritar, así no alerto a sus compañeros de las deliciosas sensaciones que recorren mi cuerpo ahora mismo.

Después, rueda sobre su espalda y me coloco encima de él, escalando su cuerpo como un mono mientras planto besitos en su cara y cuello.

— ¿Por qué siempre tienes mucha más energía después del sexo? —refunfuña.

— No lo sé, no importa —dejo besos por todo su cuerpo, hasta que se está riendo de alegría. Sé que le gusta la atención y es algo bueno porque no puedo dejar de dársela. Por alguna razón, me convierto en un monstro de afecto cuando estoy a su alrededor.

La vida es buena de nuevo. Una semana a pasado desde Acción de Gracias, y Jeongguk y yo todavía estamos bien. Sin embargo, hemos estado muy ocupados. Todos nuestros trabajos finales deben entregarse pronto, incluyendo el de la clase de Choi, en el que he estado ayudando a Jeongguk. Su horario de práctica esta tan repleto como siempre y también es lo mío mientras me preparo para la presentación. Pero bueno, al menos estoy por fin entusiasmado con ello de nuevo.

Jae y yo llegamos a un acuerdo que me encanta, y estoy seguro que haré un infierno de actuación. Pero todavía no he perdonado a Mark e Irene por lo que hicieron. Irene me ha enviado mensajes varias veces preguntando si podemos reunirnos y hablar, pero he estado ignorándola, y dado que JiEun me consiguió mi propio lugar de ensayo en una de las habitaciones de coro, no me he topado con ellos desde que me dejaron.

¿Y la guinda del pastel amo-mi-maldita-vida? Mi padre llamó la semana pasada con algunas buenas noticias, mis padres se reunirán en casa de mi tía en Navidad. Ya he reservado mi billete y no puedo esperar para verlos, pero estoy decepcionado de que Jeongguk no pueda venir conmigo. Lo invité, pero las fechas no coinciden porque el equipo tiene un juego programado el día después de que me vaya, y otros dos días antes de que vuelva. Así que Jeongguk va a pasar las vacaciones con Yugyeom, que es al parecer de un pueblo de veinte minutos de Hastings.

La Cita [KOOkMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora