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un llanto se hace presente en aquella sala de partos.

por fin nacía la esperada niña de la familia,

de ojos avellana que podían hipnotizar a cualquiera

y su futuro cabello negro como la noche.


sabían bien que iba a ser hermosa como la luna que se presentaba aquella madrugada.


—lo vi por unos segundos.

—¿qué viste cariño?

—la unión.


la madre estaba más que segura, el color rojo enrollado en su meñique,

formándose rápidamente hasta desaparecer desvanecido.

—¿estás segura?

la fémina asintió con una pequeña sonrisa cansada.

el corazón de su pequeño bebe estaba comprometido.


—mi pequeña irene.


destiny - metalingüísticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora