Para los amantes de las criaturas sobrenaturales, místicas e fantásticas público este Atlas detallado con imágenes, cultura y descripción. Libro muy indicado para los lectores del libro Crònicas de Zeehïro: Los Jardines de Palacio. espero que os gus...
Quetzalcóatl es una deidad de Zeehïro, más concretamente la deidad de los vientos vinculados a las nubes que traen la lluvia a nuestras tierras, y deidad del aprendizaje como tal.
El Quetzalcóalt es una deidad que surca los cielos de Zeehïro con cuerpo muy alargado y estrecho, con la cabeza aplastada, ojos verdes o rojizos, la boca grande, unas enormes alas emplumadas, como todo su cuerpo que está repleto de plumas rojas, verdes y amarillos. Todo ello le hace ser un ser superior muy llamativo y imponente por lo tanto no le resulta difícil mostrar su grandeza con tan solo dejarse ver. Pues el Quetzalcóalt aparte de tener un tamaño descomunal posee la capacidad de volverse visible o invisible a su antojo, por eso es tan difícil o prácticamente imposible poder verlo aunque este sobrevolando nuestras comarcas o está a escasos metros de nosotros, algunos creen que cuando hay un vendaval es Quetzalcóalt sobrevolando las aldeas y bosques de Zeehïro.
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Quetzalcóalt también es la representación de la ciencia, los comerciantes, las artes, artesanía y por consecuencia protector y cuidador de los creadores e inventores. Por ello los magnul.los adoran a este Dios realizando ciertos rituales e festividades en su honor, para que su descendencia aporte a la familia orgullo y el reconocimiento que se merecen. Algunas familias de magnul.los realizan un ritual cuando uno de sus hijos/as va ingresar como alumno en la Casa Gremial de los creadores para que el dios Quetzalcóatl les acompañe en su aprendizaje y haga de ellos grandes inventores merecedores de su apellidos. Pero los magnul.los nos son los principales adoradores de Quetzalcóalt pues nuestros queridos primos y vecinos los Nahuales, también adoran a esta divinidad pues al ser deidad de los vientos portadores de las nubes que traen la lluvia, es una divinidad que potencia y proteger la agricultura. Y no hay homínidos más agricultores que los Nahuals en todos Zeehïro. Se sabe que cada 97 días las Tribus de los Nahuales realizan bailes de la fertilidad de sus tierras guiados por los impulsos de sabiduría de Quetzalcóalt, dichos bailes sólo pueden contemplarlos miembros de la tribu, ni siquiera Nahuales de otras clanes pueden asistir a esas noches sagradas.
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Cuenta la leyenda que el dios Central, amo y señor de los cielos de Zeehïro encontró en una esfera de cristal un mapa del tesoro, un mapa de uno de los 7 huevos divinos, decidió que es huevo sería suyo. Después de una larga búsqueda consiguió un huevo dorado con esmeraldas y rubis incrustados, dicho huevo a los 97 dias eclosióno y nació de el una criatura llamativa e imponente, a la que bautizó como Quetzalcóalt y liberó en los cielos de Zeehïro con la condición de que manejará los vientos y ayudará en el progreso de Zeehïro cuando fuera necesario. Mientras Quetzalcóalt debía supervisar desde los cielos sin ser visto, por ello el dios Central le regaló un don, el don de la presencia, que le permitía hacerse visible o invisible a su antojo.
Así fue como Quetzalcóalt la deidad del viento y del aprendizaje zurco los cielos de Zeehïro durante milenios disfrutando de las vistas, moviendo nubes de aquí para allá y regando con ellas las comarcas y bosques. Hasta que un día dejo de ser divertido, pues se sentía sólo, el veía como todas la criaturas tenían familias, amigos o simplemente acompañantes de vida, pero el estaba completamente sólo, condenado a vagar por los cielos en su soledad. Cansado de dicha situación Pidió a su amo una compañía en sus viajes por los cielos a lo que este le respondió.
- Si quieres no estar solo derrama tu esencia allí en el lugar que más te complete, y tu mismo darás vida criaturas que navegaran los cielos a tu imagen y semejanza.
Estas palabras de su amo, se repetían día tras dia en su cabeza una y otra vez sin entender su significado. Hasta que una mañana voló sobre los Géisers de Alähba y fue allí en su paisaje favorito donde rajo su cuerpo dejando que su sangre e entrañas se sumergan por las cálidas aguas. Quetzalcóalt poco a poco fue vertiendo su energía vital hasta perder la conciencia. Y así fue como Quetzalcoalt dio vida a las criaturas que hoy conocemos como Xarabeas. criaturas semejantes a el de menor tamaño y sin ningún atisbo de plumas. A la mañana siguiente Quetzalcóalt recupero su energía y lo que quedaba de su cuerpo alzó el vuelo y se perdió por las nubes a la espera de que las primeras criaturas de Zeehïro Voladoras lo visitarán.
