Juliana llevaba apenas unas semanas en Barcelona, donde llegó a hacer una pasantía en diseño de modas que había ganado en una beca de estudio. Eran los frutos de un gran sacrificio y esfuerzo y esa sería también su primera experiencia sola en el extranjero. Por esas razones además de emocionada, estaba un poco nerviosa.
Se estaba alojando en una habitación de un apartamento que compartía con otras dos estudiantes: una italiana que llevaba seis meses estudiando fotografía y una estudiante mexicana llamada Mariana que estudiaba historia del arte y que al igual que Juliana, llevaba poco tiempo en Barcelona.
No había pasado mucho tiempo cuando empezó a escucharse cada vez más en las noticias acerca de un nuevo virus muy contagioso. Al principio la gente no le daba mayor importancia; porque el foco de contagio estaban lejos, en China. Fue cuestión de semanas para que los primeros casos empezarán a aparecer en Europa. Su mamá en México estaba muy preocupada por ella.
Lupe: Mija, ¿y si te regresas?.
Jul: Noooo Lupe, ¿cómo crees?. Ya verás que esto pasa rápido. Parece que nos van a pedir quedarnos en casa unos días para evitar contagios. En lo que menos pensamos ya se acabó todo.
-Pero no fue así, no pasó mucho para que se declarara el estado de alarma. Se pidió a la gente quedarse en casa, los locales comerciales cerraron, los bares, restaurantes también, las salidas se restringieron y se empezó a hablar del “distanciamiento social”, que consistía en evitar cualquier tipo de contacto físico y pedían guardar una distancia de al menos un metro y medio con otras personas. Hubo cierre en algunos aeropuertos así como la cancelación de algunos vuelos internacionales.
El “piso” donde Juliana se alojaba tenía un pequeño balcón que daba a la calle; pero el clima aún seguía frío así que Juliana no acostumbraba a asomarse mucho.
Valentina por su parte estaba haciendo un tour por Europa con dos de sus mejores amigas: Nayeli y Andrea, cuando el tema del virus las tomó por sorpresa estando en Barcelona, en un apartamento ubicado en un barrio donde se alojaban muchos estudiantes.
Al igual que la mayoría de la gente, a esas alturas no sospechaban de la gravedad del asunto. Pensaban que estarían unos días en Barcelona y luego podrían continuar con su tour; pero pasaron los días y las cosas en general se complicaron.
-Era un 14 de marzo, Valentina y sus amigas habían estado tomando vino en el balcón desde la tarde. Su apartamento era el de los más grandes del edificio, el balcón era lo suficientemente espacioso como para tener una pequeña mesa con sillas. Al ser las 10 de la noche, notaron que la gente salía a sus balcones y empezaba a aplaudir.
Val: ¿Qué está pasando? ¿Por qué aplauden?
Naye: No lo sé. -Dijo extrañada; pero aplaudiendo igual que toda la gente en los balcones.
Valentina volteó a ver al balcón de al lado con la intención de preguntar por qué todos aplaudían. Al voltear llamó su atención una chica que aplaudía sonriendo, quien al sentirse observada volteó a ver a Valentina. Ambas se sonrieron.
Val: ¡Hola!
Jul: ¡Hola! -Respondió Juliana mostrando una sonrisa perfecta sin dejar de aplaudir.
Val: Oye, ¿por qué todos aplauden? -Preguntó levantando la voz para dejarse escuchar entre los aplausos y vítores de la gente.
Jul: Son aplausos para reconocer el trabajo del personal sanitario. ¿No recibiste el mensaje?
Val: No, ¿Cuál mensaje?.
Jul: Uno que estaba circulando en whatsapp, invitando a la gente a salir a aplaudir a los balcones y ventanas hoy a esta hora.
Val: Pues no, no lo recibí… oye, pero que bonito.
Jul: Sí… -Para entonces Juliana estaba grabando video para enviar a su mamá.
Val: Tu acento… ¿Eres de México?.
Jul: Sí, llegué hace unas semanas. -Al dejar de grabar, miró a Valentina. Hizo un gesto como quien trata de recordar algo.
Val: ¿Qué?
Jul: Nada… siento que te he visto de alguna parte.
Val: Mi familia maneja el grupo de comunicaciones Carvajal, tal vez has visto mi foto en algún diario o revista.
Jul: Mmmmm, no, no creo. No sigo noticias del espectáculo.
Val: Es curioso; porque también siento que te he conozco de alguna parte. ¿Qué estudias?
Jul: Diseño de modas, estoy aquí por una pasantía. ¿Qué haces tú aquí? ¿Estudiando?.
Val: No, estudié periodismo; pero ahora estoy de viaje con mis amigas, lo habíamos planeado hace mucho.
Jul: Ya veo… esto es una locura.
Val: Ni me digas… Oye, por cierto, soy Valentina. -Le dijo extendiendo su mano desde su balcón, tratando de alcanzar el de Juliana.
Jul: Juliana, mucho gusto. ¡No te alcanzo! -Dijo estirando su brazo desde su balcón. -Y bueno, ya sabes, “distanciamiento social”. -Dijo encogiéndose de hombros con una sonrisa de medio lado. Valentina le devolvió la sonrisa.
Val: Voy por un poco más de vino. ¿Te vas a quedar aquí más rato?.
Jul: No lo creo, ¡me estoy congelando!. -Respondió abrazándose ella misma por el frío. -Además le dije a mi mamá que la llamaría.
Val: Entiendo, bueno, yo también quedé de hablar con mi hermano.
Jul: Es extraño, sigo pensando que te conozco de alguna parte.
Val: Yo igual, ya tendremos tiempo para averiguarlo en nuestra próxima plática de balcón.
Jul: Va… ¡Es una cita!.
Val: ¿Qué?
Jul: Jajaja nada, era una broma.
-Valentina rió nerviosa.
Jul: Ya en serio, me dio mucho gusto conocerte, Valentina.
Val: A mi también me dio gusto platicar contigo, me caes bien.
Jul: ¡Ay que bueno!. Estaré esperando nuestra próxima no-cita de balcón.
-Las dos rieron y se miraron un momento. Se dieron las buenas noches. Cada una entró a su apartamento, cada una con una gran sonrisa en su cara.
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Cuarentena Juliantina - Predestinadas
FanficMi primera incursión en un concurso historia corta de Juliantina. Temática: En cuarentena. La historia se desarrolla en Barcelona, donde la pandemia hizo que Juliana y Valentina se encontraran. Basada en la premisa de que si algo está destinado...