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¿Amo, desea algo más?

No, puede retirarse joven Teuk.

Uno de los días más agotadores de toda mi existencia, sin duda alguna, y no era para menos como la cabeza de los vampiros cargaba con muchas responsabilidades en especial si mi principal meta era la dominación del mundo, pero eran pequeños detalles. Estaba al final de las escaleras cuando aquella irritante voz que reconocí al instante me obligó a detener cada paso, maldije en cuestión de segundos ya estaba a mi lado. 

- ¿Yesung a donde diablos crees que vas? 

- A mi habitación ¿no debería parecer obvio? 

- ¡Ya! Hermano iríamos de caza hoy, lo prometiste.

Me vi por supuesto forzado a girar la cabeza para hallar aquella cara de conejito suplicante ¿porqué el era mi debilidad? ¿sería por ser mi hermano? sin embargo, el cansancio pudo más en aquel momento, había sentido un terrible agotamiento aquel día y lo menos que quería era sacar un conejo curioso a cazar.

- Será en otro momento Sungmin.

No había logrado ver el rostro de mi pequeño hermano, ese conejo podía llegar a ser realmente malvado cuando se lo proponía, felizmente use mi velocidad sobrenatural y ya me encontraba en mi recamara dispuesto a descansar cuando aquel grito irritante llego a mis odios. Estoy en problemas, pero lo vería luego.

- Me voy a vengar Yesung, os juro. 

Con la mirada clavada en el techo y con el sueño lejos de mi después de todas las cosas que fueron tiradas rudamente, mi mente pensó en mi pequeño hermano Sungmin quien era más joven que yo y de la cuál no conocía su existencia hasta hace una década cuando mi padre la trajo. Mi padre era bueno con un solo defecto, era un mujeriego y en su lecho de muerte confesó que tenía una hermana. Como era de imaginar para un vástago de cien años el saber que tenía un hermano de quince era lo último en sus planes, sin embargo, no me pude oponer a su último deseo, cuidarlo por toda mi existencia.

Aún recuerdo la primera vez que lo encontré, era un hermoso niño con sangre de vampiro en su sistema pero también con sangre humana por su mundana madre. Eventualmente al paso de los años me pidió que la convirtiera y después de mucho insistir acepto dos años atrás hacerlo aunque no la deje alimentarse más que de bolsas de sangre, no por el momento, pero tanto fue su reclamo de porque yo si podía beber directamente de la vena y ella de una bolsa que acepte finalmente entrenarla para que pueda ir a cazar.  

Cuando la mañana llegó no tardaron mucho en escucharse los golpes en la puerta, el gruñido resonó en toda la habitación y estaba completamente seguro que afuera también. 

- ¿Quién demonios es? 

- Amo, disculpe la molestia. Hay algo importante que debe de saber.

Con aquella frase ya tenía a Teuk dentro de mi habitación abriendo las cortinas y mirándome con tranquilidad, como si mi rabieta no le causará ningún tipo de efecto. 

- Mas te vale por tu bien que sea importante. 

- Amo le vengo a recordar que en una semana se cumplirá el plazo.

- ¿Dudas que me acuerde de aquel detalle? Lo tengo presente, ya dispondré de mis mejores guardias para que la traigan. 

- No mi amo, sin embargo con toda sus responsabilidades debía asegurarme que no olvidará aquel detalle. 

Al verle tan callado y aún en su habitación no pudo evitar carraspear la garganta y volver a verlo para alargar un suspiro dejando que su ronca voz soltará las palabras finalmente.

- Teuk ¿algo más?

- Si amo, me gustaría que me permitiera ir con los guardias y asegurarme que todo salga de acuerdo a los estándares. 

- Esta bien, no quiero ningún error ¿lo entiendes Teuk? 

Por primera vez en todo el tiempo que estuvo en su presencia aquella mañana, lo vio tragar saliva y asentir, unas últimas palabras de su parte asegurándome que no habría ningún problema basto para que se fuera. 


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⏰ Última actualización: Apr 12, 2020 ⏰

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