TaeHyung llegó a su casa con el corazón roto, en sus manos tenia las piezas que había logrado salvar de Jungkook, sus ojos empezaron a escocer de tanto llorar, su pecho contenía un vacío insoportable, sus pies caminaron sin pensar a aquellas cuatro paredes que tiempo atrás le solían ser reconfortantes, pero ahora era todo lo contrario.
Grito de furia mientras tiraba todos los cuadros que tenia en la habitación, la pintura se esparció por todo el lugar, sus sollozos eran fuertes, se derrumbo sobre el pedestal de Jungkook.
- ¡TaeHyung! - Su mamá entro a la habitación con un semblante totalmente preocupado, aun traía su bata de dormir.
Se acerco rápidamente y acogió a su hijo en sus brazos. - ¿Qué paso? - dio una ligera vista al desorden de la habitación y distinguió una pieza de barró que reconoció a instante.
Los ojos de Jungkook seguían intactos, mostrando las maravillosas estrellas.
No necesito preguntar más para saber lo que había pasado y no quería recordarle a su hijo aquel momento, solo se dedico a estrujarlo entre sus brazos y tratar de calmarlo con ligeras carisias en el pelo y espalda.
TaeHyung no supo cuanto tiempo estuvo llorando aquel día, ni siquiera los brazos de su brazo lograban reconfortarlo.
- Es mejor que no entres por un tiempo - dijo su madre en el desayuno.
El castaño suspiro recordando las veces que Jungkook se paseaba por la cocina, sigue regañándose a si mismos haber aceptado aquella idea, si no hubieran ido Jungkook seguiría ahí con el, pero el hubiera no existe, lo que paso, ya paso y aunque le rompa el corazón, no puede regresar en el tiempo.
— 🏙 —
Ha pasado casi cinco meses desde que TaeHyung entro por ultima vez aquella habitación, ahora se encontraba plantado frente a la puerta, su corazón aun dolía pero sabia que no podía seguir encerrado en su habitación.
Jungkook había dejado muy buenos recuerdos en su mente y en su corazón, le había obligado de salir de aquella cuatro paredes y lo había logrado, durante esos cinco meses el castaño salió incluso fuera del país, buscando distracciones, pues todo en aquella casa le recordaba al pelinegro.
Pero hoy había decidido que era hora de seguir adelante, abrió aquellas puertas. Su madre se había encargado de limpiar al día siguiente del suceso y se lo agradecía. Sus ojos escocieron un poco al ver aquel pedestal aun en la habitación, era demasiado pesado y sabía que nadie podría sacarlo de ahí con facilidad.
Vestía con aquel conjunto que tanto le gustaba a Jungkook, su pantalón café, su camiseta blanca y sus tirantes. Se arremango la camiseta y fue por un balde que contenía barro.
- de alguna forma tengo que tenerte de vuelta - susurró al pedestal.
Las siguientes horas se paso esculpiendo a Jungkook, recordaba cada uno de sus rasgos, por lo que no tardo mucho tiempo para poder verlo plantado en aquel pedestal de nuevo. Había usado las piezas que había recuperado de Jungkook aquel día, esperando que sucediera como en las películas, que el pelinegro volviera al tener un pedazo de el, que le recordara, que siguiera siendo su chico de oro.
Se quedo mirando la estatua por mucho tiempo, esperando que Jungkook saliera con un broma "Soy el mejor imitando una estatua ¿verdad?", cualquier cosa, pero quería verlo de nuevo, al menos despedirse de el como debía.
- Es imposible que pase una estrella fugaz ahora, no se por que hago esto...el que tu estés conmigo tal vez solo pueda cumplirse una sola vez. - los recuerdos empezaron a volver a su mente uno por uno. - me quiero aferrar a que despertaras una vez más y me brindaras una sonrisa. Se que nos divertimos mucho y que disfrutamos nuestro tiempo juntos, pero fue demasiado poco....quiero verte de nuevo - las lagrimas empezaron brotar de nuevo. - Te quiero agradecer por todo lo que haz hecho, me sacaste de estas cuatro paredes, me mostraste lo que es el amor...el más puro amor.
El cielo parecía estar sintiendo lo mismo que el, pues comenzó a llover con fuerza y algunos relámpagos iluminaban la ciudad. Sus sollozos fueron opacados con los truenos y la habitación quedo en una completa oscuridad cuando se fue la luz.
TaeHyung se encontraba sentado con sus rostro escondido entre sus rodillas, aun seguía con la misma ropa que ayer, no quería cambiarse pues era la ropa favorita de Jungkook y quería que lo volviera a ver con eso puesto.
- TaeHyung - levanto el rostro rápidamente, sus ojos empezaron acostumbrarse a la oscuridad de la habitación, vio una silueta acercarse a el.
Su corazón palpitaba con fuerza, lo siguiente parecía pasar en cámara lenta, corría hacía la silueta con el corazón en un puño, este se derrumbo al distinguir esa silueta.
- hijo - la voz de su madre llegó a sus oídos, creyó haber escuchado a Jungkook muy claramente en sus oídos, pero su mente le había engañado. Se escondió en los brazos de su madre sollozando como aquel día, ella no dijo nada y ambos se sentaron en la oscuridad de la habitación.
- Hyung, hoy vi una película sobre el destino - la voz de Jungkook aun seguía impresa en su mente - ¿puede que estuviéramos destinados a conocernos?, o tal vez, ¿yo vine para abrirle los ojos y empezar el camino que alguien tiene que seguir? - recordaba su mirada curiosa y un poco iluminada, le encantaba hablar de ese tema - se supone que el destino ya esta escrito, incluso cuando decimos cambiarlo, no es así, por que incluso esa decisión ya estaba escrita...¿no es interesante? - recordaba sus ojos brillar intensamente. - La historia era sobre una chica que conocía a un chico, se enamoró de el...pero un día lo perdió en un accidente...pero todo eso sirvió para conocer al amor de su día cerca del café que solía visitar con el otro chico. - recordaba preguntarse por que estaba feliz con esa historia.
- pero yo no te voy a perder - le había dicho muy seguro de sus palabras
- no lo sabes Hyung....el destino tiene que hacer hueco para alguien, puede que pienses que yo lleno ese hueco, pero tal vez el destino no lo creé así - le había dicho antes de ponerse a cocinar.
FIN
No me odien, a un falta el epílogo 😅
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✔️ Statue - Vkook
Fanfiction[TERMINADA] Kim TaeHyung era el escultor más famoso de todo corea, era famoso por los delicados y hermosos rasgos que plasma en cada una de sus piezas, pero su carrera despejó cuando hizo su pieza titulada "El chico de oro", que aquí entre nosotros...