Había descansado poco. No fue la única noche donde su tiempo de sueño era corto, sino que sufría de insomnio, a consecuencia de esto mientras desayunaba una taza de café caliente y unas tostadas, sentía un dolor punzante en la cabeza, para él era casi normal recibir esos dolores algunas mañanas, ya que el poco dormir le causaba eso. Desde que abrió los ojos no dejo de pensar en lo sucedido la noche anterior. Meditó durante unos bocados hasta que finalmente se levantó de la mesa, apenas había percibido que su abuela, su madre y su hermano menor estaban desayunando con él. Sin decir nada salió al patio, y se dirigió al costado. Unos diez metros separaba la casa donde estaba de ''la casa del terror'' como él lo bautizó. Logró observar unas que otras personas saliendo y entrando, con la puerta tal y como estaba la noche anterior, semiabierta, ni un milímetro menos ni un milímetro más. Mientras sus ojos clavaban su único objetivo su conciencia le decía que debía de entrar otra vez, que quizá algo que no vio la primera vez que entro ahora lo podría hacer. Su casi atolondrada idea fue interrumpida por su madre que le llamaba de lejos.
Estaba apunto de entrar en el hogar del señor Walker. Ya no vió a nadie más salir ni entrar, pero de igual forma verificó mirando a sus costados y esperando unos segundos para confirmar que nadie más esté husmeando aquel recinto. Podía sentir que estaba viviendo lo sucedido la noche anterior, todo seguía igual, supuso que para ser aún las ocho y media de la mañana las autoridades no tardarían en llegar y poner sus largas cintas amarillas por todas partes. Observó el desastre pero con más atención, caminó por los escombros hasta que un pedazo de cartón cautivó su atención, solamente la mitad se podía ver, la otra mitad estaba cubierta sobre una caja de algún zapato. Una vez entre sus manos la observó con atención. Blue Butterfly en letras negras resaltaba, era una especie de tarjeta de visita, pero esta solo contenía esas palabras sin nada más que otra información. Le pareció familiar al susurrar lo que estaba escrito, pero como no podía estar mucho tiempo en lo que quizá haya sido el inició de una escena de un crimen, guardó en su bolsillo y continuó observando. Entre ropas y fragmentos de cristales repartidos por el suelo se preguntó a sí mismo, ¿alguien estaba buscando algo? ¿O solo se tomó la molestia de divertirse destruyendo todo?. Pasos sigilosos estuvo dando para que ningún objeto puntiagudo le penetrara en la piel. En la habitación el desastre era igual, una sábana colgaba de la cama al suelo, lo levantó, y se percató de un bolígrafo muy curioso, le pareció hasta divertido. Un payaso en la punta mientras que todo el cuerpo estaba decorado con franjas rojas. Se agachó para agarrarlo, pero un punto rojo percibió, se agachó por completo para ver qué era eso que estaba debajo de la cama. Lo tomó. Es un libro, pensó. Al intentar ver su contenido escuchó voces y pasos que venían del otro cuarto, de seguro ya eran los que iban a investigar el caso o algún vecino que vino a ''ayudar'', aunque más que eso de seguro vino para merodear lo que sucedió. Fuera una de las dos opciones o no Jack debía de abandonar el lugar, pensó que de ser descubierto allí podría resultar sospechoso para cualquier indagador. Silenciosamente se dirigió hasta la puerta trasera para de un salto correr a la casa de sus abuelos.
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La Laguna de las Conspiraciones
Misteri / ThrillerUna noche en la que Jack es despertado por el incesante ruido que proviene de la casa de su vecino, se pone de pie y trata de ver qué sucede, al no conseguir nada va hasta su casa cuando descubre que su vecino es secuestrado. Encuentra un diario esc...