sᴏʟᴏ ᴜɴ ɢᴏʟ

2K 114 8
                                    


Tome un sorbo de agua de mi botella, siendo cuidadoso por como esta me afecte por tal grado de calor que esta tenía. Suspire, llevaba rato en aquella pequeña cancha de práctica privada, de algúna manera lograba obtener más resistencia con el resplandor del Sol.

Pero tampoco faltaba mucho para que este bajara por el horario que era, los demás no deberían de tardar en llegar, ya daban casi las siete de la tarde. Aquí en Alemania era muy diferente a mi querido Japón, el clima, las comidas, las reglas, todo.

Pero logre acostumbrarme en estos tres largos años, pero no podía negar que extrañaba a mis amigos. En especial a ese enano, ese chico que amaba el fútbol, y que necesitaba de el como si del aire se tratase.

Sonreí, me pregunto que debe de estar haciendo en estos momentos, lo más seguro que completando sus estudios para irse a Brasil.

Y en un descuidó, una fuerte vestica azotó mi rostro, aquel objeto rozó con total descaro mi mejilla, como si me saludara, haciendo un demandante gol. Por un momento pensé que era Schneider, pero se que ese bárbaro me hubiera dado de lleno en toda la cara.

— Hola, Wakabayashi-kun — esa voz.

Abrí los ojos, tal como si hubiera escuchado un muerto. ¿De verdad el estaba allí o solo era uno más de sus alocados sueños? No le importaba, corrió hasta el y lo alzó en brazos, seguía siendo un peso pluma, como la última vez que le vio, su suave colonia, ponía feliz a todos sus sentidos. De verdad que no quería llorar, se suponía que ya era todo un hombre.

— Genzo, esta vez Tsubasa se quedará contigo, hasta que comience el torneo —reconoció la voz de su entrenador, y bajo con rapidez a su ex capitán.

— ¡Esta bien! —Quizo desimular que estaba totalmente nervioso, su rostro lo demostraba, sintió como tomaban sus manos y bajo la mirada a este.

— Wakabayashi-kun, ya estoy aquí contigo —dijo con una sonrisa que reflejaba totalmente lo que era Tsubasa, un pequeño angel.

Y Wakabayashi, por primera vez en tanto tiempo, se permitió llorar y abrazar al más bajo. Lo había extrañado tanto, poco le importaba que en este momento Mikami-san le estuviera viendo con ojos de ese es mi campeón.

🌱One-shots🌱 ᵗˢᵘᵇᵃʸᵃˢʰⁱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora